Disney ha dado el último paso para desligarse del sector de los videojuegos con el cierre definitivo de FoxNext, la desarrolladora que curiosamente en marzo de 2019 compraba 21th Century Fox por 71.000 millones de dólares. De esta manera, el conglomerado de empresas dirigidas por Bob Iger –bajo la atenta mirada del ratón Mickey– ha vendido el estudio de desarrollo de juegos para móvil responsable de títulos como Marvel Strike Force, después de días de rumores que señalaban el despido de la plantilla.
FoxNext ha pasado a manos de Scopely, una compañía con sede en Los Angeles conocida por dos juegos para móviles bastante populares, WWE Champions y The Walking Dead Road to Survival. Ahora la empresa californiana posee el estudio de Disney junto con la licencia de Avatar Pandora Rising, y los activos de un juego ambientado en el universo Alien que actualmente se encuentra en desarrollo en la oficina de Cold Iron Studio y que también se ha vendido como parte del paquete.
Tras la venta, Disney ya no es propietaria, ni está ligada al desarrollo de videojuegos. Todas las aplicaciones para móviles serán administradas bajo licencia Jam City y en el futuro dependerá de terceros para desarrollar productos destinados a plataformas domésticas. El movimiento en realidad no supone ninguna novedad relevante, hace mucho tiempo que Disney decidió abandonar este sector y en los últimos años hemos sido testigos del cierre de estudios como Junction Point, responsable de Epic Mickey, Black Rock, Propaganda Games y Avalanche Software, después de haber desmantelado por completo el proyecto Disney Infinity.