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Luis Alberto de Cuenca, 'Arcipreste del Año' en Hita

El Premio Nacional de Poesía ha recibido el galardón el pasado fin de semana.

El Premio Nacional de Poesía ha recibido el galardón el pasado fin de semana.
Luis Alberto de Cuenca recibiendo el premio | Ayuntamiento de Hita

Luis Alberto de Cuenca es desde este sábado el nuevo embajador de Hita como Arcipreste del Año, localidad alcarreña donde ejerció el famoso autor del Libro del Buen Amor. Durante la entrega del galardón el poeta bromeaba con la audiencia, "esto de no tener que hacer carrera eclesiástica y que le nombren a uno arcipreste es fantástico y me siento muy honrado de ser Arcipreste de Hita, porque adoro al Arcipreste de Hita desde pequeño". Cuenca llevó hasta Hita un ejemplar de la edición Crisol, de 14 centímetros de alto, que según compartió con los presentes, compró "cuando tenía 13 años". Le costó 55 pesetas. El adolescente Luis Alberto se dedicó a corregir algunos versos.

Según Cuenca "el Arcipreste de Hita es una figura actual y lo seguirá siendo siempre porque rezuma vida". El poeta y académico de la Academia de Historia ha entregado al Ayuntamiento de Hita como obsequio un ejemplar de su último poemario.

En años anteriores han sido nombrados arciprestes los actores José Sacristán, Manuel Galiana y Emilio Gutiérrez Caba o Juan Echanove o el periodista Andrés Aberasturi.

La persona que se convierte en Arcipreste del Año recibe el encargo de dar a conocer y promocionar en todos sus ámbitos el Festival Medieval de la villa, que se celebra desde el año 1961.

María Dolores López, la viceconsejera de cultura de Castilla La Mancha, ha destacado el esfuerzo realizado por el Ayuntamiento de Hita para unir el nombre del municipio a la literatura. En este sentido, ha puesto de relieve la importancia que en esta labor tuvo la figura del profesor Manuel Criado de Val, impulsor del Festival "que convenció al pueblo de Hita que ser el lugar del cual jamás quiso olvidarse Juan Ruiz bien merecía una celebración periódica y continuada".

María Dolores López ha hecho hincapié en lo importante que es para un territorio ligar su nombre a la literatura, porque ello supone "disponer de un patrimonio inmaterial pero seguro, que sólo hay que entender, cuidar y gestionar con profesionalidad e ilusión para que la potencia del hecho literario revierta una y otra vez sobre el buen nombre del sitio".

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