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'La dama del norte', la verdadera mujer tras la mayor narco de España

Ulises Bértolo novela la vida de Ana Garrido, líder de una banda criminal colombiana y condenada por el mayor alijo de droga incautado en Europa.

Ulises Bértolo novela la vida de Ana Garrido, líder de una banda criminal colombiana y condenada por el mayor alijo de droga incautado en Europa.
Ulises Bértolo, autor de 'La dama del norte' | Javier Ocaña
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Ana Garrido, la rubia, la dama del norte, fue la mujer que lideró el narcotráfico en España, condenada a más 30 años de prisión por el mayor alijo de droga incautado en Europa. Se denominó Operación temple. De familia humilde, trabajadores de la mina, la asturiana llegó a lo más alto de una organización criminal colombiana porque le gustaba el dinero, ese que le daba la seguridad que le había faltado de niña. Es la protagonista de La dama del norte (Planeta), firmada por el abogado y escritor Ulises Bértolo. El libro comienza con una advertencia: "Esta no es la historia de una narcotraficante. Es la historia de una mujer que aprende a reinar en un infierno dominado por hombres".

"Quiero que el lector tenga claro que no es una historia más sobre el narcotráfico. Lo importante es la mujer que hay detrás de la reclusa, llegar a comprender cómo una mujer y española pudo llegar a la cúpula de una organización colombiana", cuenta el autor a Libertad Digital. La novela, de hecho, se remonta a la infancia de Garrido. "Estaba en las antípodas del narcotráfico. Nace en un pueblo minero de Asturias en una familia religiosa. Crece con un miedo atroz a que la mina le arrebate a sus seres queridos. Era primordial contar los sucesos terribles que le ocurren de pequeña porque eso condiciona su carácter. Toma ese camino en forma de huida. Decide que quiere ser autosuficiente y el dinero es una vía para protegerse a sí misma y al único hombre que no le traicionó, su hijo".

La historia de Ana Garrido es excepcional porque "entra en un mundo de hombres sin ser la amante de nadie y sin usar ni la belleza ni la seducción". Bértolo se entrevistó con ella en Marbella en 2020 y se encontró con un tipo de mujer muy distinto al que había esbozado en su cabeza. "Me retrató su origen humilde y pensé que podía ser una vecina cualquiera. No encontraba en su manera de ser, en su mirada afable pero rotunda, la razón de por qué había acabado donde acabó".

Ulises Bértolo deja a juicio del lector opinar sobre las buenas o malas decisiones de la rubia: "Me sorprendió encontrar una mujer con anhelos, deseos y miedos iguales a los de cualquier persona. Pasando por lo que pasó, cualquiera podía haber acabado haciendo lo mismo. En la historia siempre hay una constante: el miedo. Siempre te alcanza cuando pones tus límites a prueba y ella sabe gestionar el miedo porque es lo que siempre ha conocido".

La perspectiva policial la introduce con una segunda voz. Así conocemos la Operación temple: "Fue magnífica. Hubo una buena dosis de intuición y fueron muy insistentes. Tuve la oportunidad de hablar con los agentes que participaron y te das cuenta de cómo llegan a conocer a esas personas a las que escuchan. Son ya casi como familiares. De hecho, algunos mantienen hasta una amistad a pesar de que son parte del juego cazador- presa".

A su parecer, en los más de veinte años que han pasado desde aquella operación, el narcotráfico en España se ha vuelto más violento y sistemático. "Hubo un detalle que fue un error. El momento en el que los narcotraficantes gallegos, que están presentes en la historia, son encarcelados en las mismas prisiones que los colombianos. Fue un máster absoluto para conocer muchas cosas que no sabían y para colaborar juntos. Lo que sí que dice la policía es que, hoy en día, todo el narcotráfico está más atomizado, son grupúsculos, con una violencia y unos códigos totalmente distintos. Lo que mueve es el dinero por encima de todas las cosas".

Sobre el futuro de Ana Garrido, que actualmente cumple una segunda condena, intuye "que no volverá a tropezar con la misma piedra". "Tiene un hijo del que no quiere alejarse nunca más. Ella siempre ha dicho que no tiene instinto criminal". Sin embargo, no es fácil dejar este pasado atrás: "Un policía me dijo que todos los que se dedican al tráfico de estupefacientes tienen una dependencia brutal, que consiguen un chute de adrenalina increíble cada vez que hacen que una operación tenga éxito. Es muy difícil no volver a las andadas".

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