
Un momento. Calma. Paso a paso, reseña a reseña. Pongamos orden aquí. ¿Cómo que unas nuevas Secret Wars? ¿Qué está ocurriendo aquí? ¿Por qué en esta sección ya hay una reseña de Secret War, otra de Secret Wars y ahora de nuevo otras Secret Wars? Que no se enfade nadie porque lo voy a explicar antes de mencionar cualquier otra cosa. Lo más importante: las primeras y originales Guerras Secretas son estas que traemos hoy aquí. El resto fueron más actuales y pese a tener el mismo nombre o casi, son diferentes. En Secret War teníamos una historia de espionaje en Latveria. En Secret Wars, un mundo de batalla dominado por el Doctor Muerte. Y aquí, el primer gran evento de Marvel que juntó en un mismo campo de batalla a héroes y villanos.
Imaginen que los héroes y villanos del universo Marvel son llevados a un campo de batalla en el que tienen que luchar unos contra otros. Ambos bandos llegan allí, sin saber qué o quién les ha llevado a esa situación, y se dan cuenta de que para sobrevivir toca luchar. Muy pronto entrarán en conflicto y para garantizar su victoria tendrán que formar alianzas y grupos basando su estrategia en lo táctico y psicológico. Todo ello mientras intentan averiguar por qué están allí y quién es el enemigo real que se alza por encima de toda esta batalla.

Con ese atractivo argumento, Secret Wars tiene además una historia muy curiosa a su alrededor. A mediados de los 80 tuvo lugar la aparición de este cómic y aunque muchos lo desconozcan la industria juguetera tuvo mucho que ver, no solo en su origen sino también en su desarrollo. No es solo una anécdota ya que en su momento generó mucha polémica a su alrededor. Estamos hablando del primer gran evento de este tipo bajo la tutela de la poderosa Marvel y en esta historia estaban infinidad de superhéroes históricos en aquellos tiempos y aún más importantes si cabe a día de hoy. No en vano estamos hablando de juntar a Spiderman, Capitán América, Doctor Muerte, Los 4 Fantásticos, mutantes, Lobezno, Doctor Octopus, Galactus... el número de héroes y villanos es enorme y eso enloqueció a los fans que leyeron las viñetas y como no a aquellos que querían revivir estas aventuras en casa con las figuras de acción de estos personajes.
El éxito de esta idea provocó en su día un conflicto entre la propia Marvel y Mattel. De hecho. Mattel fue la encargada de orquestar este evento para golpear dos veces en el mercado: una con los cómics y otra con las figuras de acción haciendo así la competencia a las ideas de otras empresas (Kenner), por ejemplo, con DC, la competencia de Marvel. Por esa razón este cómic no es solo una gran obra en el universo de los cómics sino también un hito histórico en la cultura ochentera y en esa generación que aún hoy recuerda pedirse para reyes estos juguetes.

Ahora bien, contada esta historia, vamos con el análisis del cómic. Os doy primero los apuntes técnicos: guion de Jim Shooter, dibujo con Michael Zeck y Bob Layton, editorial Panini, cartoné tapa dura, contiene Secret Wars 1-12, 344 páginas y un precio de 32 euros.
Uno de los Must Have más grandes
Esta edición en el formato Must Have (debes tener) de Panini es una de las más extensas que ha publicado la editorial. Esta línea de Must que está siendo un éxito ha ido evolucionando de obras más pequeñas y precios más reducidos a otras, como esta, más grandes y de mayor precio. Es algo lógico si tenemos en cuenta que poco a poco se están cubriendo grandes espacios de tiempo y obras de todo tipo que son indispensables en este universo Marvel.
En este caso estas Secret Wars ofrecen una historia que cualquiera de nosotros habríamos firmado siendo niños y no tan niños. Juntar en un mismo evento a superhérores y villanos es una de las cosas que todos hacíamos con nuestras figuras de acción cuando imaginábamos historias en nuestra habitación o en el salón de casa. Jim Shooter, escoltado por el dibujo de Michael Zeck y Bob Layton, ofrece un relato dinámico, lleno de acción y repleto de estrategia en cuanto a alianzas entre aliados y enemigos. No es para menos teniendo en cuenta el ‘battle royale’ que tenemos entre manos.
Ojo, para los lectores que prefieran épocas más dinámicas en cuanto a la narrativa o con menos diálogos tendrán momentos de "mucho texto", pero ni mucho menos estamos ante un cómic de lectura lenta o ritmo pausado. Reposado como mucho. Este cómic está repleto de peleas y eso hace que el dinamismo esté impregnado en cada viñeta. Además se añade investigación y misterio para descubrir qué está ocurriendo, convirtiendo su lectura en un viaje a dos niveles que engancha a los amantes del cómic de superhéroes. Bien es cierto que este cómic tiene críticos que no le ven sentido a lo que se cuenta o que fundamentan sus quejas en el origen de la idea, pero un servidor disfrutó en su día leyéndolo y ahora lo ha vuelto a hacer. ¿Evento palomitero? Sí, por favor.
El dibujo, clásico y propio de la época, es tremendamente vistoso tanto para nuevos lectores como para veteranos y no es nada fácil, aunque sea un privilegio, tener sobre el papel la oportunidad de dibujar tanto personaje mítico de este universo. Os dejo varios ejemplos del trabajo de Zeck y Layton:


Por último me gustaría destacar que estamos ante momentos épicos e importantes del universo Marvel, como por ejemplo la primera aparición del traje negro de Spiderman que a la postre significaría la aparición de Venom. ¿Quieres saber cómo apareció el simbionte? Aquí lo tienes.
Conclusión: un clásico en todos los sentidos con una historia repleta de acción y misterio que incluye a su vez momentos históricos como el traje negro de Peter Parker. Se adapta a todo tipo de lector independientemente de su fecha de estreno en 1984. Ver a todos los superhéroes y villanos juntos y en plena lucha es fascinante y a buen seguro veremos algo parecido en el cine con el futuro estreno de Vengadores: Secret Wars. Si gustan, disfruten de la lectura.