
Dicen que los peores miedos son aquellos que nunca superas. No quiere decir que te acaben venciendo, porque puedes domarlos y convivir con ellos, pero hay escalofríos que te recorren la espalda con 10, 20, 40, 60 u 80 años. Son parte de ti y en ocasiones, como ocurre con las plagas, las puedes controlar, pero no deshacerte de ellas.
Me he puesto muy filosófico en este inicio de reseña aunque creo que sería desacertado no empezar de esta forma teniendo en cuenta el material que hoy reseñamos en nuestra sección de cómics de Libertad Digital. Hoy os traemos ‘La plaga' de Javier y Juan Gallego, una historia bien contada, bien dibujada y sobre todo tremendamente reflexiva. ¿Se puede sentir con un cómic? Se puede y se debe, por supuesto que sí, y con esta obra... sientes.

Enseguida vamos con la reseña. Antes, apartado técnico del cómic: guion Javier Gallego, dibujo Juan Gallego, editorial Reservoir Books, cartoné tapa dura, 128 páginas y un precio de 24,90 euros.
Vamos con la reseña
Los gusanos que devoran tus sueños
Pedro es un arquitecto de vida monótona que vive más en el mundo de los "casis" que en el mundo de la realidad. Pasan y pasan los días y nada brilla en este túnel gris en el que se ha convertido su vida. Pasan las oportunidades y no las coge. Llaman a su puerta y no abre. Eso hace que como una plaga descontrolada, la misma que tiene en su casa, Pedro esté metido de lleno en un círculo vicioso de vidas sin vivir.

Javier y Juan han creado una obra muy reflexiva y muy adulta con este arquitecto como hilo conductor que nos lleva a pensar precisamente en ese mundo de los "casis". Estamos ante un cómic inmersivo tanto en guion como en dibujo, con mucha metáfora por el camino y con giros argumentales que aún profundizan más en un aspecto tan importante como la salud mental. No es un cómic sencillo por la importancia de lo que trata, sin embargo, el ritmo de lectura no se ve lastrado en ningún momento y eso permite que te metas de lleno en la historia mientras por el camino vas pensando en tus propios "casis".
Lo que me ha gustado de la obra es que el protagonista tiene un poco de cada uno de nosotros. Todos hemos tenido esos "casis" en la vida y por suerte hemos aprovechado muchos de ellos, pero la figura de Pedro te invita a reflexionar sobre qué habría podido pasar en caso de dejar pasar las oportunidades. Será mejor o peor un cómic, pero si te obliga a pensar en los tiempos que corren cuenta con mi apoyo.
Os dejo varios ejemplos del dibujo:


Respecto al tipo de lector que puede aprovechar el 100% de este cómic, la verdad es que salvo los más pequeños de la casa todos pueden acercarse a esta obra. Si estás en un rango de edad en el que aún están por venir muchas oportunidades de vida puedes sacar lecciones muy positivas de la obra. Y si estás en el otro extremo también puedes reflexionar sobre el modo que tuviste de afrontar esa toma de decisiones. Eso hace que este cómic sea muy atemporal en el tema a tratar y que a lo largo del tiempo tu análisis del mismo pueda variar dependiendo de los cambios que hayas sufrido a nivel personal. Ahora bien, si eres un lector de temática más descomprimida o que busca un tipo de lectura más tirada al cómic americano al uso, no es tu historia.
A nivel artístico, la cantidad de virguerías narrativas es tremenda con el uso de esquemas, planos, esbozos en blanco y negro para los momentos oníricos etc etc etc. Y el color. Un gran uso de los colores cálidos y fríos para reflejar, a veces sin palabras, lo que se quiere transmitir. Enhorabuena a Juan por su excelente trabajo ya que logra tener diferentes estilos de cómic en uno solo sin perder nunca de vista el tono reflexivo y oscuro del mismo. Se puede ir a extremos muy diferentes a nivel de composición, color o estilo de dibujo, pero siempre con el objetivo claro de lo que se está contando. Nunca es fácil hacer funambulismo de esta forma y tanto Javier como Juan se mantienen firmes sobre la cuerda en todo momento.

Conclusión: óptimo trabajo de los hermanos gallego tanto en fondo como en forma. Cómic para aquellos que busquen algo más en una historia, algo que les obligue a reflexionar. Su capacidad de inmersión y de diálogo con uno mismo son lo mejor del cómic. Quizá falte un poco más de desarrollo en los instantes finales, una pincelada más de profundidad, aunque se entiende perfectamente lo que se quiere reflejar. Si gustan, disfruten de la lectura.

