El piano de cola que preside uno de los salones neoclásicos del Palacio de Liria, la residencia madrileña de los Alba, luce recubierto de croché negro. Es una de las curiosas y extravagantes intervenciones que la artista portuguesa Joana Vasconcelas, reconocida por sus obras monumentales, ha realizado para la exposición Flamboyant, abierta al público hasta el 31 de julio.
Se trata de casi medio centenar de piezas que "tienden un puente entre el arte clásico y el contemporáneo", según explicó la artista durante la presentación de la muestra, inaugurada por Felipe VI.
Los visitantes son recibidos por un gran anillo de compromiso fabricado con llantas de coche y vasos de whisky, que se expone en los jardines. "El Palacio de Liria no es un almacén de historia, sino un espacio vivo que se adapta a los contextos contemporáneos sin dejar por ello de preservar su esencia", considera la artista.
Vasconcelos combina objetos cotidianos, como cacerolas o tenedores, con arte tradicional, como el ganchillo, para transformar piezas que dialogan, en este caso, con grandes a maestros como Goya, Tiziano, Rubens, Zuloaga y Madrazo. Con ello invita al espectador a reflexionar sobre la mujer, el arte o la cultura pop. Como ejemplo, los zapatos de Marilyn (2011), una estructura de grandes dimensiones realizada con cacerolas y sus tapaderas que tratan de mostrar "la dualidad de la mujer contemporánea, en su rol de cuidadora del hogar y mujer trabajadora".
El visitante hallará esculturas de animales cubiertas de ganchillo o una enorme tetera de hierro forjado que homenajea a Catalina de Braganza. Incluso ha intervenido estancias hasta ahora inaccesibles al público, como la capilla, en la que ha colocado un "corazón en llamas, un homenaje al lugar espiritual de este palacio".
El Palacio, que data del siglo XVIII, es residencia de los duques de Alba y abrió sus puertas al público en 2019 para que pudiera apreciar su gran patrimonio histórico artístico.