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Los Oscar blancos que presentó un negro muy pesado

Chris Rock construyó todo el guión de la gala sobre la ausencia de actores negros entre los nominados.

Chris Rock construyó todo el guión de la gala sobre la ausencia de actores negros entre los nominados.
Chris Rock durante los Oscar. | Cordon Press

Chris Rock, el presentador de la 88 edición de la gala de los Oscar, empezó muy fuerte, poniendo el dedo directamente en la llaga. Este año no hubo números musicales de arranque, que casi siempre suelen ser sorprendentes y buenos, ni tampoco un monólogo gracioso sobre los principales nominados.

En esta ocasión el presentador fue directamente a lo único de lo que se ha hablado en Hollywood desde que se conocieron los nombres de los nominados, la ausencia de actores negros entre ellos. Chris Rock estuvo bien, lanzando dardos en todas las direcciones, desde "es injusto que Will Smith no esté nominado, pero también es injusto que cobrara 20 millones por Wild Wild West" a "estos Oscar van a ser distintos, en el In Memoriam sólo va a haber negros asesinados a tiros por la Policía". Pero también tenía dardos para aquellos negros que promovieron un boicot contra la ceremonia, "Jada Pinkett Smith (mujer de Will Smith) dijo que no vendría. Es como si yo dijera que no me meto en las bragas de Rihanna. ¡Nadie me ha invitado!".

El monólogo inicial no estuvo mal porque si los premios son de cine es normal que se hable sobre lo que afecta a esa industria. Lo normal no es lo que ocurrió en los Goya en donde ni se mencionó la corrupción destapada para cobrar subvenciones y que afectaría a su anterior presidente.

Negro sobre negro, negro

Lo que podía haber quedado como un arranque diferente que invitara a la reflexión sobre si realmente en Hollywood hay racismo o es que no habido interpretaciones de actores de color dignas de ser nominadas, terminó siendo cansino. Ese monólogo inicial debió dar paso al espectáculo propio de los Oscar, pero muy a nuestro pesar se convirtió en un mitin repetitivo y, lo que es peor, sin ninguna gracia pese a pretenderlo.

En lugar de vídeos con montajes graciosos sobre las películas nominadas, vídeos sobre cómo hubieran sido con actores negros. En lugar de vídeos del presentador con alguno de los actores nominados, encuesta en un barrio negro sobre la no nominación de actores de color. En lugar de números musicales, chistes sobre negros.

La elección del presentador Chris Rock ya hacía temer sobre el localismo de los Oscar, pero su contenido lo ha confirmado. Los Oscar, no hay que olvidarlo, son lo que son porque se trata de un evento mundial. Se ve en directo en más de 225 países. Por tanto, si eliges un presentador muy local y encima toda la gala versa sobre un problema local, mal, muy mal. Y las pocas bromas que no tenían que ver con el tema tuvieron gracia nula, como las chicas Scouts y los niños notarios.

Se echó de menos que no hubiera ningún número musical porque en los Oscar siempre sorprenden para bien. En su lugar, la emoción vino con el Oscar, por fin, a Ennio Morricone, por el Oscar, otra vez por fin, a Leonardo DiCapario, y la canción de Lady Gaga precedida de un breve discurso del vicepresidente Joe Biden. Tranquilos, que la cosa no va de política. La cantante ha puesto música a un documental sobre un problema muy serio en EEUU, las violaciones en los campus universitarios y la ley del silencio de algunas universidades para no dañar su imagen.

El presentador gritaba como despedida "acordaos de los negros". Al menos de ti nos vamos a acordar, por cansino.

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