Con el Departamento Jurídico del Ministerio de Hacienda dirigido por Ray King (J.K. Simmons) pisándole los talones, se hace cargo de un cliente legal: una vanguardista sociedad de robótica en la que una secretaria de contabilidad (Anna Kendrick) ha descubierto una discrepancia por importe de millones de dólares. A medida que Christian va examinando los libros de contabilidad y aproximándose a la verdad, el número de muertos empieza a aumentar.
