
Relaciones con tensiones sexuales no resueltas o relaciones pasionales siempre han tenido mucho tirón en la ficción. Pero los tiempos cambian y parece que los espectadores reclaman ahora hacerlo todo más explícito sin llegar, evidentemente, a hacerlo explícito del todo. La fórmula está muy trillada pero hay que reconocer que sigue funcionando en el momento que siguen haciendo buenas taquillas en el cine o reproducciones en las plataformas.
A través del mar, secuela de A través de mi ventana, que este fin de semana estrena Netflix no es una excepción. A finales de verano llegará a los cines la nueva entrega de After o hace sólo unos días Prime Video estrenaba Culpa mía donde un chico y una chica adolescentes se verán de golpe siendo hermanastros debido a la relación de sus padres. Todo ello rodeado de lujo. Y eso precisamente es lo que abunda en la saga A través..., el lujo.

Todas estas producciones tienen otra cosa en común, se basan en sagas literarias de gran éxito, por lo que ya tienen un público objetivo esperando deseoso, normalmente el público adolescente.
La saga A través... se inició con A través de mi ventana, película que Netflix estrenó en 2022 y que suponía la adaptación de la primera novela de la trilogía escrita por la venezolana Ariana Godoy. El éxito fue tal que Netflix anunció que haría la trilogía completa de las novelas sobre los hermanos Hidalgo. A través de mi ventana se convirtió en la película de habla no inglesa más vista durante la semana de su estreno, con más de 33 millones de horas vistas, el triple de lo que suele hacer la ficción no hablada en inglés.
La trilogía gira en torno a tres hijos de una acaudalada familia barcelonesa con nombres de dioses griegos: Ares, Apolo y Artemis. Concretamente la trama se centra en el mediano, Ares (Julio Peña), un joven del que está obsesionada su vecina, Raquel (Clara Galle), una chica de familia humilde y al que puede ver a través de la ventana de su habitación, de ahí el título. Gracias a la contraseña del wifi ambos iniciarán un tórrido romance.
‘A través del mar’, sexo en la distancia
En la secuela de la exitosa película de Netflix, A través del mar, el joven Ares se ha ido a la universidad de Estocolmo a estudiar Medicina. Si están separados no habrá encuentros sexuales... pero que equivocados estábamos. No hemos llegado al minuto 4 del metraje y ya hay un encuentro "íntimo". Pero, ¿cómo si una está en Barcelona y el otro en Estocolmo? Mientras Raquel está en clase Ares le manda un mensaje describiéndole lo que le haría de tenerla delante y como ya todo debe ser explícito, no vaya el espectador a hacer un esfuerzo imaginativo, pues ahí que nos lo muestran.
¿Que hay una fiesta en la piscina? Pues nos van mostrando a los jóvenes comiéndose a lametazos unos helados que no paran de chorrear mientras lo intercalan con los encuentros privados en las habitaciones. Todo salpimentado con primeros planos de las entrepiernas al salir de la piscina. Para qué la sutileza. La "novedad" en esta secuela son los celos, nada tratados tampoco en este tipo de cine adolescente, ya que con la visita de Ares a Barcelona vendrá una compañera de clase en Estocolmo, esta sí de su "estatus social".
Una saga así a mí personalmente no me llama nada la atención, no se profundiza en ninguna de las historias ni personajes y a poco que rasques, ves los fallos de la trama. Sin embargo, tengo que reconocer el éxito que cosecha cada título de este calibre que se estrena, ya sea en cines o plataformas.
Por tanto, todavía hay cuerda para A través..., al menos una entrega más. Pero a buen seguro que si las cifras le siguen acompañando ya continuarán la historia con el hermano menor, Apolo, y su despertar sexual o con el mayor, Artemis, y su "salida del armario" por la relación que mantiene en secreto con la hija de la asistenta que fue criada como una más pero ahora ocupa el lugar de su madre.