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Premio a la novela negra

John Banville, premio Príncipe de Asturias de las Letras

El jurado ha destacado la "inteligente, honda y original creación novelesca" del escritor irlandés. Murakami se queda de nuevo a las puertas.

El jurado ha destacado la "inteligente, honda y original creación novelesca" del escritor irlandés. Murakami se queda de nuevo a las puertas.

Tras un intenso debate en la última votación del jurado a la que llegó junto al japonés Haruki Murakami y el inglés Ian McEwan finalmente se ha impuesto la candidatura de Banville (Wexford, Irlanda 1945), propuesta por el vicedirector de la Real Academia Española, José Antonio Pascual Rodríguez, y por el embajador de España en Irlanda, Javier Garrigues.

"Belleza e ironía de la mano"

El jurado del Premio Príncipe de las Letras ha destacado al novelista irlandés por su "inteligente, honda y original creación novelesca", así como "a su otro yo, Benjamin Black", seudónimo con el que escribe "turbadoras y críticas novelas policiacas".

El director de la Real Academia Española (RAE), José Manuel Blecua, ha destacado que, con la concesión del Premio Príncipe de Asturias de las Letras a Banville, se distingue por primera vez en sus treinta y cuatro años de historia a un género como la novela negra.

Blecua, que ha presidido el jurado del galardón, ha incidido que la obra que el autor irlandés elabora con su seudónimo Benjamin Black "engarza y limita" con la novela negra norteamericana clásica de autores como Raymond Chandler hasta el punto de haber "revivido" a su personaje más célebre, el detective Philip Marlowe, creado en 1934. En febrero de este año, Banville, por encargo de la familia de la propia familia de Chandler resucitó al famoso detective privado, creado en la novela La rubia de ojos negros,

Para la catedrática de Literatura Española Rosa Navarro, que también ha formado parte del tribunal, con Banville "no se premia a un nombre más sino a un novelista esencial en el panorama contemporáneo de las letras universales" capaz de combinar un profundo análisis del alma humana con la creación "de tramas apasionantes que siempre guardan una sorpresa".

El acta del jurado, a la que ha dado lectura su presidente, el director de la Real Academia Española, destaca que la prosa de Banville "se abre a deslumbrantes espacios líricos a través de referencias culturales donde se revitalizan los mitos clásicos y la belleza va de la mano de la ironía". Al mismo tiempo, añade el acta, "muestra un análisis intenso de complejos seres humanos que nos atrapan en su descenso a la oscuridad de la vileza o en su fraternidad existencial". "Cada creación suya atrae y deleita por la maestría en el desarrollo de la trama y en el dominio de los registros y matices expresivos, y por su reflexión sobre los secretos del corazón humano", ha concluido el jurado.

Apuntes biográficos

Banville nació el 8 de diciembre de 1945 en Wexford, Irlanda. Amante del lenguaje desde adolescente, optó por viajar en lugar de acudir a la universidad. De vuelta a Irlanda, tras haber residido en Estados Unidos, comenzó a trabajar como periodista. Primero estuvo en el diario The Irish Press, donde escribía crítica literaria, y a su cierre, en 1995, pasó a trabajar en The Irish Times. Además, es colaborador habitual de The New York Reviews of Books.

John Banville en la Feria del Libro de Madrid en 2013

En 2011 fue reconocido con el Premio Frank Kafka, considerado la antesala del Nobel, y posteriormente recibió uno de los Premios Liber 2013 y ese mismo año también el Premio Leteo de León por su trayectoria literaria.

Producción literaria

Algunos críticos consideran a Banville el "heredero natural" de Vladimir Nabokov por su precisa prosa y por el uso del humor negro en boca del narrador mientras que estudiosos de la literatura como George Steiner lo han calificado como "el escritor de lengua inglesa más inteligente".

Editó su primer libro, una recopilación de relatos, bajo el título de Long Lankin en 1970 y un año después, publicó su primera novela, Nighspawn. Su prosa cuidada y muy precisa originó también una trilogía compuesta por Copérnico (1976), Kepler (1981) y La carta de Newton (1982).

De su producción literaria sobresale El intocable (1985), El libro de las pruebas (1989), con el que fue finalista al prestigioso Premio Booker, Eclipse (2000) o El mar (2005), que muchos consideran su obra maestra y que fue reconocida con el Booker en 2005 y el Irish Book Award en 2006. Su novela más reciente es Antigua luz (2012), donde retoma personajes y narradores de otras historias y donde mezcla sexo, intriga y melodrama.

Como Benjamin Black, el autor publicó El secreto de Christine (2006), su primera obra de novela negra y donde crea a su personaje protagonista, Quirke, el forense que protagonizó también El otro nombre de Laura, En busca de april y Venganza. Al margen de esta saga, también vio la luz El lémur (2009). Como Black, el escritor apuesta por una narración en tercera persona y ofrece una escritura más rápida y ligera.

En los últimos años la Fundación ha distinguido con este mismo galardón, entre otros, a autores como Antonio Muñoz Molina, Philip Roth, Leonard Cohen, Amin Maalouf, Ismaíl Kadaré y Margaret Atwood. El premio de las Letras está dotado con una escultura de Joan Miró -símbolo representativo del galardón-, la cantidad en metálico de 50.000 euros, un diploma y una insignia.

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