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Las crónicas de Camba, una reflexión irónica y burlesca sobre la política

Andrés Amorós recomienda Crónicas parlamentarias (1907-1909), la recopilación de las sesiones que Camba cubrió durante el gobierno de Maura.

Los Libros: Julio Camba, 'Crónicas Parlamentarias (1907-1909)'

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En la primavera de 1907, Julio Camba aceptaba la oferta del diario España Nueva para ejercer como cronista parlamentario en la legislatura que inauguraba el denominado "gobierno largo" de Maura. Durante dos meses, Camba asistió puntualmente desde la tribuna de prensa a las sesiones del Congreso, dando origen a la serie Diario de un escéptico, unas incisivas crónicas parlamentarias en las que su descontento con la clase política le inducirá a adoptar el humorismo como cauce para su pensamiento rebelde.

Crónicas parlamentarias (1907-1909), publicado por la editorial Renacimiento, reúne, por vez primera, todas las crónicas cambianas que componen la serie Diario de un escéptico, además de otros artículos de asunto político que Julio Camba fue publicando a lo largo de aquella etapa maurista de gobierno. Es una edición de José Miguel González Soriano con prólogo de David Gistau.

Su estilo es precursor de Azorín (Parlamentarismo español) y Fernández Flórez (Acotaciones de un oyente). En sus crónicas, no hay extractos de los discursos, como era lo habitual, sino impresiones. Estaba atento a los pequeños detalles, al costumbrismo, a las anécdotas significativas.

Camba señala como el peor defecto del Parlamento la retórica. Hablaban mucho y no decían nada, criticaba. "Igual que loros o malos poetas, hablan de todo". (pág. 105). Pero peor todavía es el que no habla: "Al Parlamento no se va a leer". Se burla de la inmodestia de los regeneracionistas porque decía que se creen apóstoles. Era muy irónico y muy escéptico. Por ejemplo, su resumen sobre un discurso fue: "Nada".

Es un Camba joven, anarquista, que quiere llamar la atención pero tiene mucho talento. Hace caricaturas que recuerdan a Larra, como su defensa para que "voten los muertos", una burla del sufragio universal; su defensa de pagar por el voto. Tiene momentos muy ingeniosos: frente a moralistas, defiende la machicha; o mejor que el voto femenino prefiere votar a las mujeres.

Muestra mucho cariño por Galdós, que no habla: es hombre de partido; y siento un gran respeto por Azorín que era, dice, "inteligente antes de político". Plantea un curioso debate. Según Azorín, el carácter de cada persona depende del clima, sin embargo, Camba sostiene que depende de la comida.

Este libro, recomienda Andrés Amorós, hay que leerlo contextualizando en la época. Algunas críticas pueden ser injustas pero el talento y el ingenio de escritor brillan siempre. Nos hace reflexionar sobre la incultura de nuestros políticos, los fallos de nuestro carácter. Un ingenio tan acerado como el Camba, ¿qué escribiría ante el Parlamento actual?

Julio Camba. Crónicas parlamentarias (1907-1909), prólogo de David Gistau, edición de José Miguel González Soriano, Sevilla, ed. Renacimiento, 2017, 253 págs. ISBN: 978-84-16034-97-0

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