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Descubierta la identidad del escritor de una de las obras maestras del siglo XV

Íñigo Dávalos habría compuesto el Curial e Güelfa, la gran obra de la edad dorada valenciana junto con Tirant lo blanc

Íñigo Dávalos habría compuesto el Curial e Güelfa, la gran obra de la edad dorada valenciana junto con Tirant lo blanc
Manuscrito del 'Curial e Güelfa' que se conserva en la Biblioteca Nacional | BNE

La Institución Alfonso el Magnánimo-Centro Valenciano de Estudios y de Investigación, dependiente del área de Cultura de la Diputación, acaba de publicar Enyego d'Àvalos y la autoría del Curial, un resumen de la tesis doctoral de Abel Soler, que "marca un antes y un después en la lectura, comprensión e interpretación de la novela caballeresca Curial e Güelfa, un clásico de la literatura europea del siglo XV", según ha informado Europa Press.

El libro ya está disponible en la página web de la institución y se puede comprar a través de la tienda online. La presentación del libro, una coedición con Publicaciones de la Universidad de Valencia (PUV) y el Instituto de Estudios Catalanes (IEC), tuvo lugar el 20 de noviembre a las 19:00 horas en el Colegio Mayor Rector Peset, y contó con la presencia del autor, de Josep Lluís Canet, director de PUV, y del presidente del IEC, Joandomènec Ros.

A diferencia del Tirant lo Blanc (Valencia 1460-1464), obra mucho más divulgada del caballero valenciano Joanot Martorell, y el otro gran clásico de las letras medievales valencianas, el Curial se publicaba como un libro de autor desconocido desde que se descubrió la única copia conocida: un manuscrito de la Biblioteca Nacional de España. El anonimato suponía un gran obstáculo a la hora de entender una parte sustancial de la novela, que tiene gran relación con la biografía del escritor.

Gracias a los estudios de Júlia Butinyà (UNED) y de Antoni Ferrando (catedrático de la Universidad de Valencia y director de la tesis doctoral de Soler), se sabía que la novela había sido escrita en la Italia de Alfonso el Magnánimo (el rey que se llevó la capital de la Corona de Aragón de Valencia a Nápoles). El Curial se había redactado en un ambiente influido por el humanismo y, según los filólogos (los lexicógrafos) era la obra de un valenciano (o de alguien con un lenguaje aprendido en Valencia: alquería, marjal, rabosa, etc.), pero con contactos con Castilla.

Lo que ha hecho Soler es precisar que el Curial (Nápoles-Milán 1445-1448) fue escrito por Enyego d'Àvalos (1414-1484) —Íñigo Dávalos en el castellano actual—, un caballero nacido en Castilla, pero criado desde los 7 u 8 años en Valencia, trasladado a Italia en la edad adulta e italianizado culturalmente gracias a haber vivido entre preceptores humanistas. Vista la trayectoria y los intereses lectores de D'Àvalos, se comprende mejor el Curial como una obra de "caballería humanística", donde el caballero protagonista estudia los clásicos antiguos y es tan bibliófilo como el autor.

Un hallazgo "detectivesco y novelable"

El libro sintetiza también la aventura cultural de un investigador "intrépido y perseverante", que ha invertido cinco años (2012-2016) en la investigación: la de buscar al autor del Curial por bibliotecas y archivos de Madrid, Valencia, Barcelona, Milán, Nápoles y otros lugares de Italia. La historia del hallazgo es también "entre detectivesca y novelable", han señalado desde la institución.

Así, desde la institución han destacado varios momentos de la investigación, como cuando Soler se dio cuenta de que, al comienzo de la obra, repetido en tres ocasiones, el escudo que luce Curial en honor de su prometida es el mismo de la prometida de D'Àvalos. También destacable el momento en que descubrió que el desfile de las Artes Liberales estaba "plagiado", incluyendo faltas de ortografía, de un manual de la corte milanesa de los Visconti, donde D'Àvalos fue cortesano de primera fila (además, el papel del códice de Madrid era el usado por el 1447 a la misma corte de Milán).

También cuando encontró fragmentos del Curial extraídos de libros que poseía D'Àvalos. O cuando contrastó, en la Biblioteca degli Intronati de Siena (Italia), que un libro titulado Llibre de noblesa i cavalleria, mandado a copiar por d'Àvalos, contenía un relato de Boccaccio que condiciona buena parte del argumento del Curial. El cúmulo de indicios que hacen atribuible la obra a D'Àvalos, sin alternativa posible, hace innecesario disponer de un documento donde se exprese explícitamente que es el autor.

"Ahora sería la hora de dedicarle alguna escuela, alguna calle o algún instituto de educación secundaria", bromea el autor, a este personaje —más conocido por los historiadores italianos que por los españoles— del 'siglo de oro' valenciano en un "dorado exilio napolitano". Era el "eslabón perdido" de nuestra literatura clásica. "Y ahora, por fin, lo hemos encontrado", han señalado.

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