
Si Julio Iglesias no ha tenido una vida entretenida, ¿qué español la ha tenido? Partiendo de esta premisa, Ignacio Peyró ha presentado en el programa Es la Mañana de Federico El español que enamoró al mundo (Libros del Asteroide), una biografía que, más que una simple cronología, es un retrato lleno de humor, ingenio y cariño sobre el fenómeno global que fue –y sigue siendo– el cantante.
Un personaje irrepetible
Considerado por el autor como el español más famoso del siglo XX después de Picasso y Dalí, Julio Iglesias encarna como nadie el carisma, la seducción y la fama internacional. Su vida, su manera de entender el espectáculo y su capacidad de adaptación a los tiempos hacen que, según Peyró, sea difícil imaginar que vuelva a surgir una figura semejante.
La biografía no solo aborda su brillante éxito musical y su dominio del mercado estadounidense –donde llegó a codearse con Frank Sinatra y Willie Nelson–, sino también su meticuloso método de trabajo. Iglesias, aunque rodeado siempre de una imagen de hedonismo, era un perfeccionista incansable: para un álbum de diez canciones, grababa 45 y hacía hasta 40 tomas de cada una.
Ironía y anécdotas memorables
Uno de los grandes atractivos del libro es su tono. Como ha señalado el escritor Eduardo Mendoza, El español que enamoró al mundo es: "Un retrato excelente de un fenómeno y una época, y, frase a frase, un regalo para el lector". Peyró narra la historia con ironía constante y una ligereza que no le resta profundidad.

Las anécdotas que recoge el libro son impagables. Cuando Iglesias participó en Eurovisión en 1970, le cosieron los bolsillos del pantalón para evitar que metiera las manos en su ya clásico ademán nervioso. Y, por supuesto, no podía faltar el famoso debate sobre su lista de conquistas amorosas: ¿fueron 3.000 mujeres o solo 400? Iglesias y su equipo, lejos de desmentir, alimentaron su leyenda de seductor.
Pero, entre bromas, el libro también muestra el precio de la fama. En su tramo final, se adentra en la progresiva ruptura del artista con sus amigos y en una cierta soledad que acompaña su madurez.
Peyró no solo dibuja a Julio Iglesias, sino que, a través de él, traza una historia de España. Desde la posguerra hasta la globalización del pop latino, Iglesias ha sido testigo y protagonista de momentos clave: la primera noche electoral de la democracia, la evolución de la prensa rosa o la normalización de lo hispano en Estados Unidos.



