Quién iba a decirle a Pablo Moreno Alborán Ferrándiz, hace sólo tres años, que llegaría a ser en la actualidad no sólo un ídolo musical para miles de jóvenes, pues hay otros que también ostentan ese privilegio; sino el cantante que más discos vende en España, aunque las listas que así lo testifican merezcan un comentario más adelante.
La historia de Pablo Alborán, nacido en Málaga en 1989, que así se anuncia artísticamente despojándose de su primer apellido, es ya harto conocida por sus múltiples seguidores. La condensaremos, por si hay lectores que la ignoren. Un buen día de 2010, sentado como siempre en el sofá blanco de su casa, abrazado a su guitarra, dio en grabar un vídeo con una de sus composiciones, "Solamente tú". Lo colgó en YouTube. El procedimiento más usual en los últimos tiempos utilizado por aquellos que buscan hacerse un hueco en la canción, habida cuenta que la industria discográfica atraviesa desde hace años una profunda crisis.
En otras épocas, esas multinacionales recibían maquetas, grabaciones caseras en pos de un soñado contrato. O eran modestas casas de discos las que apostaban por presuntos jóvenes valores. Y si alguno de éstos, en casos muy aislados, tenía dinero suficiente o algún padrino, se autofinanciaba su primera grabación. Nada de esto último ocurre ya, por lo común. Lo mismo que no existen aquellos "cazatalentos" de antaño, que recorrían "baretos" o pequeñas salas de conciertos en pos de algún genio en agraz. Así es que merced a los internautas, nuestro jovencísimo protagonista dio a conocer sus primeras baladas experimentales, de corte romántico, una pizca cursi para algunos, pero con las que "se engancharon" en seguida varios millares de fans. Y el nombre del malagueño fue, de boca en boca, repetido por las modernas redes sociales. Lo que lo llevó a cantar en modestos locales, al principio, por toda España. Hasta que, ya sí, una multinacional del disco acabó fichándolo como si fuera un as del balón.
Hasta la fecha, Pablo Alborán lleva editados seis álbumes (Pablo Alborán, En acústico, Tanto, No te olvidaré, El beso, Éxtasis) que responden a un pop sinfónico, a baladas sentimentales para adolescentes y jóvenes, y a un muestrario también de otros ritmos, como el fado, el tango, el bolero, el rock melódico… Su voz es suave, muy agradable, a tono con los gustos de hoy, sin necesarios aspavientos cuando actúa cara al público, mostrándose cercano, con esas canciones intimistas en las que expresa sus mensajes amorosos, las preocupaciones de un chico normal, de la calle… A "Solamente tú", que fue su tarjeta de visita, le siguió "Perdóname".
Dos números 1 indiscutibles. Y para no hacer larga la lista, más recientemente llegaron "Tanto" y "El beso". Y duetos con Estrella Morente, con Diana Navarro… Ídolos para Pablo como Miguel Bosé y Raphael lo invitaron asimismo para cantar con él. En la pasada Nochebuena contemplamos esos encuentros en los "especiales" de TVE, uno de los cuáles fue con Pablo Alborán de protagonista. Sin duda es el fenómeno musical del presente. Él viene comportándose, tanto con sus seguidores como con los periodistas que lo entrevistan, dentro de un clima de sencillez y grata complicidad. Otros tal vez habrían incurrido en un prematuro endiosamiento. Pablo, no. Pisa firme el terreno, atiende a los que le solicitan fotografiarse a su lado, firma autógrafos, no cae en el envanecimiento, el cansancio y, aunque aturdido, sonríe tímidamente, agradecido. obligado por su gran popularidad. Rescatamos la anécdota de cuando estuvo firmando varias horas en unos céntricos almacenes madrileños y tuvo que interrumpir esa tarea, en contra de sus propósitos, porque la policía le conminó a ello ante la avalancha de admiradores que perturbaban, a juicio de los agentes del orden, el tráfico rodado.
Y ahora viene el asunto de las ventas de sus discos. Amén de consignar que en cuatro ocasiones ha sido candidato a los importantes Grammy latinos, sépase que ha recibido nueve discos de platino. Cuestión esta última que nos lleva a lo siguiente: en otros tiempos, se homologaban las ventas de los discos que superaban las cien mil copias, adjudicándose entonces ese galardón de supuestas piedras preciosas. Gastábamos bromas a quienes recibían esos trofeos: "¡Lo mismo los empeñáis un día en el Monte de Piedad…!". Ni tenían baños de oro… ni mucho menos de platino. Peor es ahora. En la actualidad, se considera que un disco es acreedor al de oro cuando ha rebasado las ventas de veinte mil ejemplares, y de platino al superar el doble de copias. Las listas fiables que circulan sobre las ventas de discos las controla Promusicae (antes era la Afyve), siglas que significan Productores de Música de España.
Únicamente sus socios y abonados tienen información precisa de esos datos. Se sospecha que algunas casas, editoras de discos, manipulan las ventas de los discos de sus artistas y publicitan cifras falsas. No Promusicae, desde luego, pese a que no hagan públicos sus listados. Tratan de enmascarar, las casas de discos, datos modestos de ventas que a lo peor no corresponden con la publicidad de sus contratados. Y así resulta que hay famas muy devaluadas. Se saben algunas cifras recientes: Pablo Alborán encabeza esas listas de finales de diciembre con 341.114 discos vendidos de "Tanto". Le siguen, de abajo a arriba: Alejandro Sanz con su álbum "La música no se toca en vivo", 17.388 ejemplares expendidos; Sergio Dalma, 19.529, con su "Cadore 33"; Extremoduro, que con "Para todos los públicos" vendió 26.071 y Malú, 36.201 de su disco "Sí". De lo que se deduce, insistimos, que hay quienes venden más discos que otros y gozan de menos notoriedad. No es el caso del personaje al que hoy hemos dedicado nuestra mayor atención, Pablo Alborán, justamente merecedor de su indiscutible éxito.