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Raúl Vilas

¿Es bronquista la afición de Madrid?

Llevamos ya una semana de Feria y salvo las notables actuaciones de Curro Díaz y Rafaelillo, no podemos comentar mucho más, positivo, claro. Lo del ganado merece capítulo aparte: infame. Ya lo hemos comentado: la Fiesta sí corre peligro pero no por los imbéciles que la quieren prohibir, sino por el preocupante momento que vive la cabaña brava. Cada vez menos digna de ese nombre. Lo que vemos es manso tras manso y así hasta el infinito.

El toro bravo es la materia prima. Sin él no hay Fiesta. Y si en Madrid se lidian gatos y cabras, no me quiero imaginar lo que se verá en otras plazas menores... José Luis Medina comentaba este domingo en esToros que en la Feria del Caballo de Jérez de la Frontera habían creado un nuevo encaste: el toro-pony.

Digo esto para enlazar con el comentario de nuestro lector jlh que abría el debate sobre la actitud de la afición de Madrid, a la que considera protestona, bronquista y maleducada. Otros dirán que es exigente. En primer lugar, habría que distinguir entre el fondo y las formas. Por ejemplo, en cuanto al ganado a mí me parece bien, muy bien que se exija mucho. Porque si aún así vemos lo que vemos...

Respecto a los toreros, pues sí. Efectivamente, hay manías, caprichos y obsesiones. Hay a quien no se le perdona una y a quien se le recrimina todo. Pero por muy mal que, a juicio de algunos, se comporten estos aficionados eso no justifica, en mi opinión y en eso estoy en completo desacuerdo con jlh, que las figuras no quieran venir ni que "torear en Las Ventas sea una experiencia desagradable para cualquier torero".

No es verdad ni lo uno ni lo otro.Sólo hay que ver el interés que está poniendo José María Manzanares –figura de verdad, del toreo, no de las revistas, claro– en recuperarse para estar en Madrid. Las figuras quieren venir. Por muy tocagenitales que puedan ser, que lo son, algunos de algún tendido. La dificultad es un reto y cuando Las Ventas se entrega, no tiene parangón. Los oles de Madrid suenan diferente.

Veamos el último ejemplo, hay muchos: El Juli. Nunca ha sido bien recibido. En este momento es, para muchos, el número uno. Y estará en Madrid. No se ha negado. Pero sólo dos tardes. Si no está más, los motivos son otros. No busquemos excusas a lo que no lo tiene: la gestión de Taurodelta es desastrosa.

ACLARO
, ante los primeros comentarios, que hay mucho idiota, maleducado, pesado, o "tocagenitales" como ya les he definido en el post en la plaza. Demasiado. Pero no creo que eso justifique un juicio general a toda la afición de Madrid y, muchísimo menos, el maltrato que ésta recibe de la empresa Taurodelta.

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