
La del 8 de junio de 2025 es ya una fecha para la historia del toreo: la primera Puerta Grande de Morante de la Puebla en Las Ventas. El genio cigarrero culminó una primavera de ensueño en la que ha dejado varias tardes para el recuerdo tanto en Sevilla y Jerez como en Madrid, donde es el triunfador moral de San Isidro 2025 por su faena de la tarde del 28 de mayo al toro Seminarista de Garcigrande.
La Corrida de la Beneficencia llevaba una inercia triunfalista desde días antes de que se celebrara. Los toros de Juan Pedro Domecq aún pastaban en Lo Álvaro cuando la conjura morantista tramaba cumplir el sueño que se resistía desde hace décadas al torero de La Puebla del Río, provincia de Sevilla. Una atronadora ovación recogió el testigo del himno nacional para Morante cuando rompió el paseíllo y Sacristán, toro colorado ojo de perdiz de Juan Pedro, estaba por salir de los chiqueros. Morante dio una lección de tauromaquia culminada por una estocada por todo lo alto que fue premiada por el presidente con una oreja, la que se le negó el 28 de mayo. En la vuelta al ruedo, colmada de cigarros, sombreros y ramos de flores, le llegaron a tirar desde los bajos del tendido 6 una tiara papal.
[📹 𝗥𝗘𝗦𝗨𝗠𝗘𝗡] ¡Así hemos vivido la Corrida de Beneficencia en #LasVentas!
💥PUERTA GRANDE para un grandioso Morante de la Puebla. pic.twitter.com/kGnjdPsdgu
— Plaza de Las Ventas (@LasVentas) June 8, 2025

Con el cuarto, Lírico, un toro que fue protestado por un sector minoritario de la plaza, Morante cuajó una faena donde se paladeraron los mejores naturales de la tarde y, por qué no decirlo, de la última semana de San Isidro. Una estocada baja no impidió que se hiciera justicia con un torero que en los últimos años ha alcanzado las cotas más altas de la tauromaquia con numerosas cumbres en los principales cosos luchando, además, contra sus propios demonios internos. La emoción del cigarrero abrazado a su mozo de espadas, su primo, Juan Carlos Morante, cuando el presidente le premió con la oreja es una de las imágenes del día.
"¡Lo llevamos al Wellignton!"
El resto de esta histórica tarde, con una orejita de poca entidad para Fernando Adrián y un desapercibido Borja Jiménez, que se llevó el peor lote de la corrida de Juan Pedro Domecq, pasó a un segundo o tercer plano. En cuanto terminó Jiménez una muchedumbre se lanzó al ruedo para aupar a Morante de la Puebla, entre estos jóvenes estaba su hijo, que triunfa en el Betis juvenil. La marabunta lo lanzó hacia una Puerta Grande tan multitudinaria como sentida.
👏Histórico lo que se está viviendo hoy en Madrid.
Morante de la Puebla es llevado a hombros también por la calle Alcalá.
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— Fundación Toro Lidia (@ftorodelidia) June 8, 2025
A las puertas de la Monumental de Las Ventas centenares de personas en un principio y miles después esperaban teléfono en ristre ver salir a su ídolo por primera vez por la Puerta Grande. Algunos aficionados se acercaron a la furgoneta que esperaba a Morante aparcada en la calle de Alcalá para decirle a su primo y a su apoderado, Pedro Jorge Marques, la intención de llevarle al Hotel Wellington. Otros se lo decían a los agentes de Policía que custodiaban la Puerta Grande: "Agente, corte la calle que lo llevamos al Wellington o, al menos, hasta Manuel Becerra". La afición quería repetir en Madrid lo que hace dos años hicieron en Sevilla sus partidarios en la tarde en la que cortó un rabo y salió por la Puerta del Príncipe.
Cuando salió de la plaza un grito unísono se oía por todo Madrid: "¡Jo-sean-tonio! ¡Morante de la Puebla!" Y el genio cumplió su sueño de reventar la Puerta Grande de Las Ventas. Al final, la furgoneta de Morante esperó unos centenares de metros en mitad de la calle de Alcalá antes de llegar a la plaza de Manuel Becerra donde se subió al grito de: "¡To-re-ro! ¡To-re-ro!". Hasta pasadas las once de la noche seguía habiendo aficionados a las puertas del Hotel Wellington esperando la aparición de Morante, que salió a saludar en albornoz como un profeta.