
En un contexto geopolítico cada vez más inestable, Bruselas busca que los ciudadanos de la Unión Europea estén preparados no solo ante un posible conflicto armado, sino también frente a amenazas como ciberataques, pandemias o desastres derivados del ‘cambio climático’. Para ello, la Comisión Europea recomendará que cada hogar cuente con un kit de emergencia que incluya agua, alimentos no perecederos, medicamentos, baterías y otros artículos esenciales que permitan subsistir durante al menos 72 horas sin asistencia externa.
Esta medida forma parte de la llamada Estrategia de Preparación de la Unión Europea, un documento que será presentado este miércoles por el Ejecutivo comunitario encabezado por Ursula von der Leyen. El borrador, al que han accedido varios medios como El País y RTVE, incluye 30 acciones clave destinadas a reforzar la resiliencia civil y a involucrar directamente a la ciudadanía en la preparación ante crisis "de gran escala", incluida la posibilidad de una "agresión armada" a uno o varios Estados miembros.
El texto parte de una premisa clara: "En caso de perturbaciones extremas, las autoridades públicas podrían no ser capaces de cubrir las necesidades básicas de todos durante el periodo inicial de una crisis". Por ello, se insta a los ciudadanos a contar con provisiones suficientes para tres días, incluyendo un botiquín de primeros auxilios, recipientes de agua potable, conservas, pilas, linternas, documentos de identidad y otros elementos clave.
Campañas y educación en colegios
Para que la población adopte esta nueva cultura de preparación, la Comisión pondrá en marcha campañas informativas a nivel comunitario. Estas iniciativas incluirán manuales prácticos, jornadas de concienciación para empresas y material educativo para colegios, con el objetivo de que tanto adultos como menores comprendan la importancia de estar listos ante posibles emergencias.
La estrategia sigue el ejemplo de países como Suecia o Francia, que ya han elaborado sus propios manuales de actuación. El modelo francés, por ejemplo, detalla que cada persona debería tener seis litros de agua potable, alimentos enlatados, herramientas multiusos, medicamentos, llaves duplicadas y documentación personal preparada en una mochila de emergencia almacenada en un lugar seguro y accesible.
Reducción de dependencia
Más allá de la preparación individual, el plan también propone crear una plataforma digital europea con información actualizada sobre riesgos y respuestas ante crisis, así como la coordinación de reservas estratégicas de medicamentos, alimentos, energía y materias primas esenciales entre los Estados miembros.
El objetivo de fondo es reducir la dependencia del exterior y fomentar una mayor autonomía estratégica de la Unión Europea, especialmente en un momento de rearme del bloque y de incertidumbre sobre su relación con Estados Unidos, tras el regreso de Donald Trump a la presidencia norteamericana.
Esta nueva estrategia marca un cambio de enfoque dentro de Europa. En esta línea, la UE alerta de que la seguridad ya no es solo competencia de los gobiernos, sino también responsabilidad compartida con los ciudadanos, llamados ahora a convertirse en una pieza clave de la defensa y la estabilidad del viejo continente.


