
La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) ha estallado contra el Ministerio de Defensa. El motivo es una nueva instrucción que califican de "profundamente degradante" y que obliga a los militares a proporcionar muestras de orina para analíticas bajo la observación visual directa de un testigo. En concreto, la norma exige que el testigo observe "la salida de la muestra del cuerpo" para que no haya "ninguna obstrucción".
La asociación, que ya presentó alegaciones que fueron ignoradas, ha presentado una queja formal ante el Defensor del Pueblo. Argumentan que esta práctica atenta contra la dignidad y los derechos fundamentales, al suponer una "presunción de voluntad de deslealtad". Consideran que la medida "vulnera principios recogidos en la Constitución", como la "prohibición de tratos degradantes", así como las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas.
ATME denuncia además el agravio comparativo, ya que esta "intromisión humillante" no tiene precedentes en otros cuerpos del Estado. Ni las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, ni el personal penitenciario o el judicial se ven sometidos a este tipo de control. "Este trato singularizado y discriminatorio hacia los militares menoscaba su dignidad profesional y personal", zanja la asociación.
