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De Wembley a Wembley con el balón como excusa

Tres finales de Champions en seis años certifican el trabajo bien hecho, comenzado por Cruyff y continuado por Rijkaard y Guardiola.

Tres finales de Champions en seis años certifican el trabajo bien hecho, comenzado por Cruyff y continuado por Rijkaard y Guardiola.

Johann Cruyff implantó en el Barcelona una filosofía de juego importada del Ajax de Ámsterdam en el año 1988. Fruto de ese estilo de juego llegó la primera Copa de Europa para el Barcelona en Wembley en 1992 con jugadores como Pep Guardiola como eje de su esquema. En poco menos de 20 años, el Barcelona ha continuado con ese estilo, ahora con Guardiola como entrenador, y sigue cosechando éxitos deportivos. El próximo 28 de mayo disputará su cuarta final de la Liga de Campeones desde entonces. La casualidad ha querido que se celebre de nuevo en Wembley, donde empezó la leyenda. Es el fruto de un trabajo bien hecho.

La filosofía de fútbol del Barcelona se puede entender con dos nombres: Guardiola y Xavi. Alrededor de estos dos cerebros, los azulgrana han construido tres equipos mágicos en menos de 20 años y, lo más importante, han creado un estilo de juego. El fútbol del Barça sólo se entiende con y desde el balón. A partir de ahí, los títulos han ido llenando las vitrinas del Camp Nou.

Cruyff cambia la historia

Además de los éxitos en la Champions, desde la llegada de Cruyff al banquillo azulgrana, el Barcelona ha conseguido diez Ligas, la mitad de todo su palmarés. La filosofía que impuso el holandés está clara: juego ofensivo, cantera y completar el equipo con algunos de los mejores jugadores del mundo. A los Guardiola o Ferrer, se unieron algunos de los mejores futbolistas españoles como Bakero o Eusebio e internacionales como Koeman, Laudrup, Stoitchkov o Romario. Había nacido el Dream Team.

La llegada de Cruyff a Can Barça se produjo en uno de los momentos más delicados para la entidad, con los jugadores en pie de guerra contra José Luis Núñez, presidente por aquel entonces. En sus primeros dos años sólo ganó una Recopa y el cese ya planeaba por su cabeza. Sin embargo, ganó una final de la Copa del Rey al Real Madrid y todo cambió. La apuesta al Barcelona por esa filosofía le salió bien: cuatro Ligas, una Copa del Rey, dos Supercopas de España, una Champions, una Recopa y una Supercopa de Europa.

La continuidad de la escuela holandesa

Cruyff fue cesado en la temporada 1995/96, pero su legado continuó. Con mayor o menor acierto fueron pasando entrenadores con un perfil similar, con mucho apego a la escuela holandesa. De esta forma, llegaron Van Gaal y Rijkaard, que siguieron con la línea continuista. Con Frank Rijkaard en el banquillo se vivió la segunda época dorada del Barcelona, siempre con un estilo vistoso de juego.

El testigo que dejó de Guardiola como futbolista en el centro del campo fue recogido por Xavi Hernández, auténtico cerebro y bastión de los futbolistas de toque salidos de La Masía. Con Ronaldinho, Deco o Eto´o, el Barcelona volvió a crear un equipo de ensueño, capaz incluso de arrancar los aplausos del Bernabéu tras una victoria por 0-3. Ese equipo logró para el Barcelona su segunda Copa de Europa en Saint Denis ante el Arsenal en el 2006 gracias a un tanto de Belletti.

Dos años después acabaría la aventura de Rijkaard en el Camp Nou fagocitado por los egos de los futbolistas que lo encumbraron como entrenador. Su sustituto, muy arriesgado, era Pep Guardiola. Y lo primero que hizo fue poner a la venta a sus grandes estrellas: Ronaldinho, Deco y Eto´o. El camerunés, finalmente, se quedaría y anotaría el tanto que encarriló la tercera Copa de Europa.

Pep, el heredero de Johann

Guardiola llegó al banquillo del Camp Nou sin experiencia profesional y avalado por el gurú del barcelonismo Johann Cruyff. Aunque el comienzo no fue fácil –cayó en el primer encuentro liguero ante el Numancia-, los resultados no tardaron en venir y, en su primer año como entrenador, firmó la mejor temporada de un club en su historia.

Con una base del equipo salido de La Masía –Piqué, Puyol, Xavi, Iniesta y Leo Messi- más algunos de las estrellas mundiales –Henry, Eto´o o Touré-, el Barcelona ganó los seis títulos posibles en 2009, incluyendo su tercera Copa de Europa ante el Manchester United en Roma.

La manera de jugar de este Barcelona, en el que se ha inspirado la selección campeona del Mundo y de Europa, está marcando una época en el fútbol y hay quien dice que es el mejor equipo de la historia. Con un fútbol preciosista, siempre con el balón, sin dar pelotazos y fulminando todos los récords, el Barcelona de Guardiola está marcando un hito en la historia del club.

En los seis últimos años, el Barcelona sólo ha caído una vez antes de semifinales –2007, en octavos ante el Liverpool-, ha levantado dos veces el trofeo y el 28 de mayo jugará su tercera final en seis años. Nada es fruto de la casualidad, sino del trabajo bien hecho. Y el ciclo no está acabado. Este Barcelona no tiene techo y amenaza con seguir monopolizando los títulos durante varios años más.

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