El paraguazo sufrido en el Granada-Mallorca por el asistente de Clos Gómez el domingo en el estadio de Los Cármenes no es la primera agresión que ocurre en la Liga española o en la Copa del Rey.
El Granada tendrá que aguardar al Comité de Competición del próximo miércoles, que, previsiblemente, multará al club andaluz y dictaminará que el partido se acabe a puerta cerrada.
El club espera que el estadio de Los Cármenes no se clausure para próximos partidos. Los precedentes son de lo más variopinto.
Betis-Athletic. Liga. 2008
El Athletic de Bilbao vencía 1-2 en el Benito Villamarín cuando un energúmeno lanzó una botella que acabó impactando en el portero rojiblanco Armando. El árbitro, al igual que en Los Cármenes, era Carlos Clos Gómez, que también decretó la suspensión del partido en el minuto 70.
El partido se le dio como perdido al Betis, que sufrió dos partidos de clausura del Benito Villamarín. Al final recurrió y se quedó en sólo un partido.
Betis-Sevilla. Copa del Rey. 2007
De nuevo en el estadio del Betis, un objeto lanzado desde la grada impactó en el entonces entrenador sevillista Juande Ramos. El técnico celebraba el primer gol del partido de Kanouté.
Undiano Mallenco también decidió suspender el partido. El feudo bético fue clausurado por tres partidos y el encuentro se reanudó en un feudo neutral.
Valencia-Deportivo. Copa del Rey. 2006
Al igual que en Granada, fue por una agresión al asistente. El Valencia se adelantó en el minuto 44 de partido y, acto seguido, una moneda alcanzó al asistente de Megia Dávila en la ceja, que le abrió una brecha.
El partido se suspendió, después de una primera parte muy caliente desde que el colegiado expulsó en el minuto 8 a Marchena por roja directa. El choque se reanudó días después a puerta cerrada y el Valencia fue sancionado económicamente.
Atlético-Sevilla. Liga. 2006
Ayza Gámez tuvo que detener el partido durante unos 40 minutos por el lanzamiento reiterado de objetos desde la grada. Cuando el público ya se había ido, el árbitro, de forma increíble, decidió reanudar el encuentro, que terminó con triunfo del Sevilla, con gol del fallecido Puerta.
Castellón-Valencia. Copa del Rey. 2003
El colegiado Téllez Sánchez fue alcanzado por un objeto lanzado desde la grada cuando pitó, en el minuto 81, un penalti a favor del Valencia con empate a uno en el marcador.
Los 9 minutos que faltaban se disputaron dos semanas después a puerta cerrada. Castalia fue clausurado durante cuatro encuentros.
Real Madrid-Barcelona. Liga. 2001
El portero del Barcelona Pepe Reina se aproximó a la grada para coger rápidamente el balón. Entonces, un energúmeno le propinó varios puñetazos en la espalda al guardameta internacional.
El partido fue muy caliente, ya que venía precedido del famoso cochinillo lanzado a Figo en el Camp Nou. La reelección de Ángel María Villar al frente de la Federación Española de Fútbol propició que el Camp Nou se librara de la clausura de dos partidos impuesta por los graves incidentes.
Barcelona-Real Madrid. Supercopa. 1997
El defensa del Real Madrid Roberto Carlos fue alcanzado por un mechero en la vuelta de la Supercopa. El Comité de Competición decidió sancionar al conjunto azulgrana con 500.000 pesetas al entender que había sido un hecho aislado.
Deportivo-Rayo. Liga. 1996
El Comité Español de Disciplina Deportiva clausuró un partido el estadio de Riazor tras la agresión al colegiado Llonch Andreu con una moneda antigua de cinco pesetas. El Deportivo tuvo que jugar ante el Barcelona en un estadio neutral.
La sanción le costó cara a Augusto César Lendoiro porque, como el agresor había sido identificado, pidió que no se cerrará el estadio, como ocurrió con el Barcelona en el caso del mecherazo a Roberto Carlos. Amenazó con acudir a la justicia ordinario y se ganó una buena sanción por parte de la FIFA.
Atlético de Madrid-Sevilla. Liga. 1991
El Vicente Calderón tampoco se ha librado del cierre. Durante un partido ante el Sevilla, el colegiado José Merino González fue alcanzado por un vaso de plástico lanzado desde la grada. La multa fue de 500.000 pesetas y se cerró el Manzanares un encuentro.