El equipo ciclista Euskaltel Euskadi ha decidido dar un paso al frente y dejar atrás las tradiciones y las cuestiones políticas para poder convertirse en un equipo de garantías, que pueda participar en las grandes vueltas y estar entre los equipos World Tour.
Para llevarlo a cabo, el equipo se ha visto obligado a abandonar su estructura de Fundación Ciclista y pasar a ser patrocinado en su totalidad por la empresa de telefonía móvil. Todo con el objetivo de poder fichar ciclistas extranjeros y, por tanto, poder competir con los mejores.
No hay que olvidar que hasta la fecha el Euskaltel Euskadi sólo tenía ciclistas vascos. O eso al menos aseguraba, porque entre otros hombres una de sus máximas estrellas en los últimos años ha sido Samuel Sánchez, asturiano de pro, además de Iñigo Cuesta, burgalés.
"Somos el único equipo en el mundo que tiene la Fundación para consolidar un patrocinio. Ésta seguirá ayudando a quien lo necesite, pero el ciclismo moderno va por otros caminos. Es la única solución que veo", aseguraba Miguel Madariaga, presidente de la Fundación.
Unas palabras que no hacen sino confirmar el fin del primer objetivo del equipo, promocionar corredores vascos, para potenciar valores más comerciales.