El Valencia ha derrotado con holgura al Joventut, en un partido que le sirvió de preparación para la fase final de la Eurocopa que el conjunto valenciano disputará el próximo fin de semana en Moscú.
Fue un partido con poca historia que el Valencia controló de principio a fin, con ventajas cómodas en el marcador a pesar de que el juego del equipo local no fue brillante. Ya en el primer cuarto quedó clara la superioridad de los valencianos ante un rival que no le perdía la cara al partido, pero que no podía dar réplicas a los valencianos, por lo que el encuentro cerró el primer cuarto con claro 22-12.
Esta ventaja se redujo en el segundo cuarto cuando el Joventut estuvo un poco más metido en el partido, lo que le permitió llegar al ecuador del encuentro con ocho puntos de diferencia, ante un rival que tenía en Faverani a uno de sus jugadores destacados.
Tras el descanso el Joventut tuvo los mejores momentos del partido. A pesar de que no consiguió acercarse con peligro en el electrónico al equipo local, sí que dispuso de seis o siete minutos de buen juego tanto por méritos propios como el desconcierto de los valencianos.
Todo ello duró hasta que, en los compases finales del tercer cuarto, el Valencia superó con claridad los diez puntos de ventaja, lo que convirtió al último cuarto en un verdadero tiempo de la basura con la victoria local completamente decidida y que se amplió sin un excesivo esfuerzo a los veintitrés puntos.
En los minutos finales, el equipo catalán no tuvo opciones y quedó la clara la diferencia actual entre ambos equipos, en un choque en que le ha servido al Valencia para coger moral de cara al torneo de Moscú, en el que debutará en semifinales ante el Lietuvos, con la confianza de estar el domingo en la final.
Victoria vital del Blancos de Rueda
El Blancos de Rueda sufrió en el último cuarto, en el que el Fuenlabrada mostró su acierto desde la línea exterior para sitiar a los vallisoletanos, pero ha logrado un triunfo que le permite aferrarse a la vida, ya que matemáticamente aún pueden salvarse.
La presión se hizo máxima, ya que los fuenlabreños se pusieron a sólo tres puntos (62-59), pero Diego García reapareció en los últimos instantes para dar, con su acierto, el punto de tranquilidad necesario a su equipo para que pudiera sumar una victoria que les permite conservar las escasas opciones de que disponen.