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El Madrid humilla al Barcelona y roza el título liguero

Felipe Reyes y Jayce Carroll han liderado la victoria de un equipo que deja la sensación de tenerle tomada la medida a los culés.

Felipe Reyes y Jayce Carroll han liderado la victoria de un equipo que deja la sensación de tenerle tomada la medida a los culés.

El Real Madrid no se conforma con la Copa del Rey conquistada el pasado febrero y está decidido a añadir el título de Liga a su palmarés para confirmar una temporada grandiosa. Ya está a un solo paso de lograrlo. Y tendrá que darlo en casa, arropado por un Palacio de los Deportes que ha vuelto a estar repleto para disfrutar de una noche mágica como hacía años que no vivía.

Porque el partido de los hombres de Pablo Laso fue perfecto. Magnífico en ataque –85 puntos y unos porcentajes de tiro, sobre todo de dos, espectaculares– y aún mejor en defensa, dejando al Barcelona en 59 puntos, tras pasar por una travesía, entre el segundo y el tercer cuarto, de doce puntos en 18 minutos. No hubo ni un resquicio para el conjunto azulgrana, que se vio desbordado en todo momento por un vendaval y que se encuentra contra las cuerdas y con un golpe moral muy difícil de superar. Porque una diferencia de 26 puntos hace mucho daño.

Carroll inicia el show

El primer período fue un homenaje a Tirso Lorente, mítico técnico de la casa blanca durante más de 20 años y por el que se guardó un emotivo minuto de silencio. Las jugadas espectaculares se sucedieron, el acierto anotador fue altísimo, hubo muchas faltas, polémica, piques entre jugadores incluso del mismo equipo... En definitiva, mucho baloncesto.

Un nombre brilló por encima del resto: Jayce Carroll. Y eso que ni siquiera fue de la partida. Pero desde que salió a la cancha pidió el balón, como si nunca hubiera existido la serie de semifinales ante el Caja Laboral, y anotó diez puntos seguidos. ¡Y sin ningún triple! Terminó el cuarto con doce de los 25 de su equipo, por los 23 del Barcelona.

En el segundo cuarto, Pablo Laso decidió apretar una tuerca más en su equipo,y el Real Madrid se despegó en el marcador. Fue sobre todo gracias a dos factores: una inmensa defensa, sobre todo bajo los tableros, y Felipe Reyes, el que siempre está, el que nunca se esconde, que batalló en las dos canastas y logró, además, diez puntos y 15 de valoración. Con ello, los blancos lograron un parcial de 16-3 en siete minutos, alcanzando los 15 puntos de distancia.

Xavi Pascual fue incapaz de encontrar una solución. Probó moviendo los bases, los pívots, incluso dándole un extraño minuto a Chuck Eidson –da pena ver a uno de los mejores jugadores europeos totalmente defenestrado por el hermetismo táctico de su entrenador– y al final tuvo que ser la muñeca de Juan Carlos Navarro la que, con cinco puntos consecutivos, volviera a meter al Barcelona en el encuentro. Un arreón final de Sergio Llull hizo que se llegara al descanso con el marcador de 46-32.

Mickeal agrede a Velickovic

El Madrid, consciente de que no podía fiarse de la renta lograda visto lo visto en los encuentros precedentes, siguió apretando en defensa y poco a poco la distancia fue aumentando. A los tres minutos de la reanudación, Pete Mickeal se volvió loco y, después de encararse con Carlos Suárez, soltó un puñetazo a Velickovic que el colegiado no quiso transformar en una descalificante más que merecida.

Pero la acción sirvió para espolear aún más si cabe a los jugadores blancos, que comenzaron a enchufarla desde todos lados y siguieron sin dar ninguna concesión al ataque azulgrana, que a los seis minutos sólo habían anotado dos puntos. Con dos triples consecutivos de Carroll más una canasta de Felipe la ventaja se fue hasta los 29 puntos, momento en el que el Palacio de los Deportes estalló con el cántico "así, así, así gana el Madrid".

El último cuarto sólo sirvió para el deleite de los aficionados, con los jugadores del Barcelona ya entregados –y Navarro por fin descansando– y los del Real Madrid pensando en el cuarto partido, que se jugará el miércoles en este mismo escenario. Hubo tiempo para ver contraataques, asistencias mágicas de Sergio Rodríguez, triples, ahora sí, de los jugadores del Barcelona... Y, sobre todo, para los cánticos de los madridistas, que se dedicaron los últimos cuatro minutos a despedir a los suyos como merecieron.

Pero más allá de la paliza infligida al conjunto de Xavi Pascual, queda el poso, como en los dos partidos anteriores, de que el conjunto blanco le tiene tomada la medida a los de Xavi Pascual. Que han dado con la tecla para ganarle y, cuando las cosas salen perfectas, como esta noche, incluso arrollarle. Con que lo repitan una vez más el Real Madrid será campeón de Liga.

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