En una Eurocopa marcada por el debate en el entorno de la selección, por la presencia de un 9 o no, España impone la fortaleza de un estilo, el que le hizo campeón europeo y mundial y el que ha cambiado su historia con Francia, a la que ha ganado por primera vez en competición oficial por 2-0.
El éxito acompaña a esta generación de futbolistas. Ya lo han ganado todo con la selección española enganchados a la precisión milimétrica de su fútbol, a una calidad que doblega rivales y rivales en busca del objetivo y que no pierde en partido oficial desde hace más de dos años y diecisiete encuentros. Desde el Mundial 2010 ante Suiza.
"Nos ha ido bien este estilo y no debemos dudar de él. Tener esa duda sería lo peor que hiciéramos, que los de dentro, los que tienen que jugar, o los que estamos por fuera levantáramos sospechas sobre lo que nos ha llevado a la posición que estamos", afirmó Vicente del Bosque el pasado martes, horas después del 1-0 frente a Croacia.
Del Bosque lo tiene claro; el equipo también. Ha sido el camino de España hacia los éxitos, el más reciente en el Mundial de 2010. Antes, en la Eurocopa de 2008. Y ahora, la selección ya está en las semifinales de la competición continental. Cada vez que ha pisado esa eliminatoria en la Eurocopa ha sido campeón. En 1964 y en 2008.
"A mí me gusta muchísimo el estilo de juego de España. Verle es excelente. Y por eso domina el fútbol europeo. Tiene grandes futbolistas, juega muy bien y las críticas hacia ellos no son muy justas", dijo este viernes, en la víspera del choque, Laurent Blanc, que cambió el engranaje de su equipo para hacerla frente en Donetsk.
No logró frenar a España, que va superando barreras históricas con el paso de los encuentros. La selección de los récords en los últimos cuatro años ha roto una estadística que le perseguía cada vez que se había cruzado con Francia en alguna eliminatoria de las grandes competiciones. Nunca le había ganado. Sólo en amistosos.
Ya no se hablará más de ello, porque la España ha doblegado por fin al equipo galo. Fue la revancha para varias generaciones de jugadores, la que perdió la final de la Eurocopa de 1984 en el Parque de los Príncipes de París (2-0), la que vio como Zinedine Zidane y compañía les dejaban fuera del torneo de 2000, con aquel penalti fallado por Raúl González, o la que fue eliminada en octavos del Mundial 2006.
De aquel duelo aún continúan futbolistas en la selección española. Son ocho: Iker Casillas, Sergio Ramos, Xabi Alonso, Xavi Hernández, Cesc Fábregas, Fernando Torres, Andrés Iniesta y Pepe Reina, que se han tomaron la revancha con gol de uno de ellos, Xabi Alonso, y con siete sobre el césped y uno, Reina, en el banquillo.
Ahora, Portugal y Cristiano Ronaldo son el siguiente reto, el próximo miércoles en el Donbass Arena de Donetsk, el mismo estadio en el que España ha impuesto un estilo, ha cambiado su historia con Francia y ha dado un paso adelante hacia un objetivo inalcanzable hasta ahora en el fútbol continental: ganar Eurocopa-Mundial-Eurocopa.