El español David Ferrer, séptimo cabeza de serie en Wimbledon, ha salvado su compromiso de segunda ronda frente al francés Kenny De Schepper por 7-6(1), 6-2 y 6-4 en una hora y 59 minutos. El español se enfrentará ahora al ganador del duelo entre el alemán Bjorn Phau y el estadounidense Andy Roddick.
El tenista de Jávea se defendió bajo el insistente sol que reinaba al suroeste de Londres de un rival imponente, con un saque arrollador y que no dudaba en subir a la red para tratar de encerrar al español al fondo de la pista. Ferrer, sin embargo, supo contener con solvencia las arremetidas del francés e hizo valer su superioridad técnica para desbaratar en el desempate del primer set las intenciones del número 160 de la ATP.
En el segundo set, el español aferró definitivamente el timón y dio un giro a su favor al partido: Se mostró seguro en la red e impuso su servicio ante un rival que solo pudo ganarle dos juegos. A pesar del bajón en la segunda manga, De Shepper no tenía intención de ponerle las cosas fáciles al español, que vio como su rival se mantenía firme hasta el final del tercer set, que acabó cayendo del lado del español.
Por su parte, Fernando Verdasco, cabeza de serie número 17 en Wimbledon, trabajó duro para imponerse al esloveno Grega Zemlja, 120 del mundo, por 7-6(4), 7-6(4), 3-6 y 6-3 en dos horas y 55 minutos, en la segunda ronda del tercer Grand Slam de la temporada. El español se enfrentará en su siguiente partido sobre la hierba de Londres al belga Xavier Malisse, número 38 del mundo, que se ha impuesto al francés Gilles Simon, decimotercero.
El español comenzó el duelo tratando de dominar desde el fondo de la pista a un esloveno que hacía valer su potente saque y mantenía el nivel al resto. Ante la dureza del rival, Verdasco hizo del ataque su mejor defensa y atosigó al esloveno con paciencia hasta que la segunda manga cayó de su lado, de nuevo en un desempate en el que el madrileño hizo valer su experiencia y sangre fría.
En el tercer set el español se mostró más inestable, y vio como su rival se imponía al resto para adquirir una ventaja en el parcial que se antojaba imposible de superar. Verdasco esperó al cuarto set para volver a apretar a su adversario que acabó rendido en los minutos finales de la manga definitiva.