"Me he desgastado, me he vaciado, necesito rellenarme", dijo Pep Guardiola el pasado 27 de abril, durante la rueda de prensa en la que confirmó su adiós al Barcelona después de cuatro temporadas cargadas de éxitos. Dejaba así entrever que se tomaría un año sabático y que no volvería a entrenar hasta el año 2013 como pronto.
Este verano se supo que el técnico de Sampedor, que ha conquistado 14 títulos de 19 posibles desde que el 17 de junio de 2008 se hizo cargo del banquillo culé, elegiría la ciudad de Nueva York como su próximo destino.
Y ahora, semanas después, Guardiola acaba de iniciar su vida en la Gran Manzana, adonde viajó el pasado martes acompañado por su familia para instalarse allí de forma definitiva.
El preparador catalán entiende que éste es el momento idóneo para desaparecer del mapa, justo antes del inicio de la Liga para no generar interferencias y no perjudicar al equipo que ahora dirige su amigo Tito Vilanova. Pero no tiene intención Guardiola de estar totalmente desconectado, sino que irá siguiendo la actualidad y los partidos del Barça desde la distancia. Tampoco permanecerá ni mucho menos ajeno al mundo del fútbol, y su intención es empaparse de nuevos conceptos e ideas para aplicarlas algún día en el próximo equipo que vaya a dirigir.
Además, Guardiola dedicará el mayor tiempo posible a perfeccionar su inglés, idioma que habla con bastante fluidez gracias a su etapa en el fútbol qatarí entre los años 2003 y 2005.