Tacko Fall es la nueva sensación del baloncesto estadounidense a nivel de instituto: este chico senegalés de 18 años mide 2,28 metros, tiene una envergadura de 2,40 y calza un 60 de pie. Un monstruito que incluso es siete centímetros más alto que el jugador con mayor estatura de la NBA: el pívot tanzano de los Oklahoma City Thunder, Hasheem Thabeet.
El muchacho no lleva ni un año jugando al baloncesto en Tavares (Florida), en el Liberty Christian High School, pero ya se codea en cuanto a impacto mediático con las grandes estrellas de la canasta.
No hay rebote que se le resista, aunque sus entrenadores dicen que Tacko, que llega a colgarse del aro sin necesidad de ponerse de puntillas, tiene que ganar peso y musculatura para poder dar el salto a la NBA con garantías de éxito.
El caso de la familia Fall no queda ahí porque Tacko tiene un hermano de siete años que mide 1,80 metros y ya es más alto que sus padres.