L D (EFE) Boca Juniors demostró en la madrugada de este viernes ante su acérrimo rival, el River Plate, su imbatibilidad en los penaltis, en un partido que en los últimos minutos no fue apto para cardíacos, y se clasificó para defender el título de la Copa Libertadores de América ante el colombiano Once Caldas.
El tiempo reglamentario concluyó 2-1 a favor de los riverplatenses, lo que forzó una tanda de penaltis, ya que los "xeneizes" se habían impuesto 1-0 en el partido de ida, el jueves pasado en "La bombonera". En esa instancia decisiva, el fallo de Maximiliano López, cuyo tiro fue detenido por Roberto Abbondanzieri, dejó todo en las botas de Javier Villarreal, último hombre en tirar por parte "auriazul", quien no falló y dio la clasificación a Boca.
El local presionó de entrada, con mayor manejo del balón en el medio campo, pero con un juego muy desordenado en sus repetidos ataques por el centro, lo que facilitó la labor del siempre buen esquema defensivo del visitante, que llegó a este encuentro con la ventaja de un gol conseguida en el partido de ida. River Plate adelantó todas sus líneas, con subidas de Luis González y Eduardo Coudet, lo cual permitió al equipo visitante explotar el contragolpe, aunque el hábil Carlos Tevez, el "armador" boquense, fue bien neutralizado y los esporádicos ataques resultaron, a la postre, intrascendentes.
Los primeros 45 minutos fueron anodinos, sin jugadas claras de peligro en ambas porterías, con un Boca Juniors que llegó a esta instancia con el objetivo de defender el 1-0 y un River Plate con más fuerza que ideas, sin coordinación entre sus líneas y que se repitió en sus ataques inocuos. Pero a los 20 segundos de la reanudación Boca Juniors se quedó con diez hombres por expulsión, por doble amarilla, del colombiano Fabián Vargas, episodio que le dio otro cariz al partido, ya que River Plate, con el hábil zurdo Rubens Sambueza ingresado por Eduardo Coudet, renovó su presión.
González, a quien Vargas le cometió las dos infracciones que le costaron la expulsión, hizo explotar "El Monumental" (m.50) cuando, a la carrera entre dos defensas boquenses y un metro antes de pisar el área grande, sacó un remate a media altura que superó la estirada de Abbondanzieri. Tras ese golazo y la entrada del chileno Marcelo Salas por el centrocampista Javier Mascherano, River Plate se hizo dueño de las acciones, causó varios sustos en el área boquense y le dio el suspense que el partido no tuvo en el primer tiempo.
Tevez quedó solo para conducir los contragolpes del visitante, cada vez más replegado en su terreno, mientras el local, ya con González como conductor del ataque y convertido en figura, no acertaba a destrabar el cada vez más férreo planteo defensivo de los dirigidos por Carlos Bianchi. "Maxi" López hizo lucir (m.71) a Abbondanzieri con un tiro cruzado que el meta desvió al córner, pero la lesión del defensa Ricardo Rojas y la expulsión de Sambueza (m.82) dejaron con nueve hombres a River Plate, que recibió un balde de agua fría cuando Tevez consiguió la igualdad (m.88).
El tiempo reglamentario concluyó 2-1 a favor de los riverplatenses, lo que forzó una tanda de penaltis, ya que los "xeneizes" se habían impuesto 1-0 en el partido de ida, el jueves pasado en "La bombonera". En esa instancia decisiva, el fallo de Maximiliano López, cuyo tiro fue detenido por Roberto Abbondanzieri, dejó todo en las botas de Javier Villarreal, último hombre en tirar por parte "auriazul", quien no falló y dio la clasificación a Boca.
El local presionó de entrada, con mayor manejo del balón en el medio campo, pero con un juego muy desordenado en sus repetidos ataques por el centro, lo que facilitó la labor del siempre buen esquema defensivo del visitante, que llegó a este encuentro con la ventaja de un gol conseguida en el partido de ida. River Plate adelantó todas sus líneas, con subidas de Luis González y Eduardo Coudet, lo cual permitió al equipo visitante explotar el contragolpe, aunque el hábil Carlos Tevez, el "armador" boquense, fue bien neutralizado y los esporádicos ataques resultaron, a la postre, intrascendentes.
Los primeros 45 minutos fueron anodinos, sin jugadas claras de peligro en ambas porterías, con un Boca Juniors que llegó a esta instancia con el objetivo de defender el 1-0 y un River Plate con más fuerza que ideas, sin coordinación entre sus líneas y que se repitió en sus ataques inocuos. Pero a los 20 segundos de la reanudación Boca Juniors se quedó con diez hombres por expulsión, por doble amarilla, del colombiano Fabián Vargas, episodio que le dio otro cariz al partido, ya que River Plate, con el hábil zurdo Rubens Sambueza ingresado por Eduardo Coudet, renovó su presión.
González, a quien Vargas le cometió las dos infracciones que le costaron la expulsión, hizo explotar "El Monumental" (m.50) cuando, a la carrera entre dos defensas boquenses y un metro antes de pisar el área grande, sacó un remate a media altura que superó la estirada de Abbondanzieri. Tras ese golazo y la entrada del chileno Marcelo Salas por el centrocampista Javier Mascherano, River Plate se hizo dueño de las acciones, causó varios sustos en el área boquense y le dio el suspense que el partido no tuvo en el primer tiempo.
Tevez quedó solo para conducir los contragolpes del visitante, cada vez más replegado en su terreno, mientras el local, ya con González como conductor del ataque y convertido en figura, no acertaba a destrabar el cada vez más férreo planteo defensivo de los dirigidos por Carlos Bianchi. "Maxi" López hizo lucir (m.71) a Abbondanzieri con un tiro cruzado que el meta desvió al córner, pero la lesión del defensa Ricardo Rojas y la expulsión de Sambueza (m.82) dejaron con nueve hombres a River Plate, que recibió un balde de agua fría cuando Tevez consiguió la igualdad (m.88).