El morbo de esta segunda jornada de Champions estaba en el Oporto-Chelsea por el reencuentro de Iker Casillas con José Mourinho. El portero español comenzó luciéndose con paradas a sus compatriotas Cesc Fábregas y Pedro Rodríguez, pero hizo la estatua en el tanto que significaba el empate en una falta de Willian.
Había marcado Andre en un rechace y el tanto del triunfo del equipo de Julen Lopetegui lo hizo Maicon en una acción de estrategia al primer palo en un saque de esquina. Con Hazard, el jugador más brillante del Chelsea de inicio en el banquillo, ya en el campo buscó sin premio el empate hasta el final y Diego Costa reclamó una posible mano del defensa local Marcano al árbitro español Mateu Lahoz.
Queda tercero el Chelsea de un grupo, el G, liderado por el Dinamo Kiev, que venció con firmeza a domicilio al Maccabi Tel-Aviv (0-2).
Fue una mala noche para el fútbol inglés porque a la derrota del Chelsea hay que sumar la de otro equipo londinense, el Arsenal, que cayó en su estadio ante el Olympiacos (2-3), en un partido en el que fue castigado cada vez que reaccionó con un tanto.
Es colista sin puntos en el Grupo F, en el que se pasea el Bayern Múnich, que goleó por 5-0 al Dinamo Zagreb con un hat-trick de un Robert Lewandowski que firma diez goles en una semana.
Una de las grandes sorpresas de la jornada llegó en el grupo E, el del Barcelona. El BATE Borisov vivió una noche mágica ante la Roma. En media hora un tanto de Stasevich y un doblete de Mladenovic, con grave error de colocación del portero a un disparo lejano desde la banda izquierda, provocó al conjunto italiano ir a la desesperada a por goles. La entrada de Iago Falque le cambió la cara y pese a los tantos de Gervinho, a pase del español, y Vassilios Torosidis, el conjunto giallorosso que entrena Rudi Garcia cae al último puesto del Grupo E.