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Champions League

El Chelsea-Real Madrid se disputará con público

El Gobierno británico relaja las restricciones y permite vender algunas entradas para el partido de ida de cuartos de la Champions.

El Gobierno británico relaja las restricciones y permite vender algunas entradas para el partido de ida de cuartos de la Champions.
El Chelsea-Real Madrid se jugará con aficionados en las gradas de Stamford Bridge. | Cordon Press

El Gobierno británico ha dado marcha atrás y permite ahora al Chelsea vender entradas para el partido de ida de los cuartos de final de la Champions que disputará contra el Real Madrid el miércoles 6 de abril en Stamford Bridge.

El club londinense evita así tener que jugar a puerta cerrada, como marcaban las sanciones impuestas al club inglés y que le han impedido vender entradas para sus últimos encuentros, debido a los vínculos del hasta ahora dueño de la entidad, el magnate Roman Abramovich, con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, tras la invasión de Ucrania.

El Ejecutivo de Boris Johnson ha actualizado este miércoles la licencia especial que concedió al Chelsea para seguir operando en el día a día y le permite vender entradas para los partidos de casa de la Liga de Campeones, la Copa de Inglaterra y la Superliga femenina, siempre y cuando los ingresos por su venta no vayan al club.

El Chelsea también podrá vender entradas para los partidos de Premier que juegue fuera de casa, no así para los de Stamford Bridge. También podrá vender localidades para las aficiones visitantes que visiten su estadio de Londres.

"El Gobierno ha hecho hoy cambios a la licencia que se otorgó al Chelsea para que los aficionados tengan acceso a los partidos de fuera de casa, a los de Copa y a los del conjunto femenino. Me gustaría agradecer su paciencia a los aficionados", ha dicho Nigel Huddleston, ministro de Deporte británico.

Desde que Abramovich fue sancionado por el Gobierno británico el pasado 13 de marzo, el club ha tenido limitado el gasto para los partidos de casa y fuera, así como congelados todos sus activos, por lo que no podía vender entradas ni merchandising ni hacer operaciones con jugadores. Solo los aficionados con abono de temporada y aquellos que hubieran comprado sus entradas antes del 10 de marzo podían entrar a los estadios, lo que llevó a que tan solo 400 de los 4.000 que podían ir visitaran el campo del Middlesbrough en el encuentro de la Copa de Inglaterra del pasado fin de semana.

El partido contra el Real Madrid es un caso especial, ya que el Chelsea no tiene abonos de Champions, por lo que requería de un permiso especial para que no se jugara a puerta cerrada. Se espera que en las próximas horas se conozcan quiénes son los candidatos definitivos a comprar el Chelsea para que el proceso de venta pueda seguir adelante y el club se libre de las sanciones impuestas a Abramovich.

La ida del Chelsea-Real Madrid se jugará el 6 de abril en Stamford Bridge, mientras que la vuelta tendrá lugar en el estadio Santiago Bernabéu el día 12 del mismo mes.

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