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Champions League

El Atlético muere con las botas puestas en Anfield (3-2)

Marcos Llorente firmó un doblete, recordando su mágica noche de marzo de 2020, pero Van Dijk hizo el definitivo 3-2 en el 93’.

Marcos Llorente firmó un doblete, recordando su mágica noche de marzo de 2020, pero Van Dijk hizo el definitivo 3-2 en el 93’.
Los jugadores del Liverpool celebran el gol de Van Dijk en el 93'. | EFE

Cruel derrota del Atlético de Madrid en Anfield. Los rojiblancos, en su estreno en Champions, dieron la cara ante un candidato a todo como es el Liverpool y, con un doblete de Marcos Llorente —recordando los buenos tiempos de marzo de 2020—, estuvieron muy cerca de llevarse un punto, pero el gol de Van Dijk en el 93’ terminaba frustrando las esperanzas de un equipo, el rojiblanco, que se acaba marchando de vacío de The Kop.

El Liverpool se puso con 2-0 antes del minuto 6, con gol de Robertson al desviar una falta lanzada por Mo Salah y otro del propio delantero egipcio. Pero el Atlético, que regaló la primera media hora, reaccionó y llegó a empatar el partido con esas dos dianas de Llorente hasta que Van Dijk, ya en el último supiro, con un gran remate de cabeza a la salida de un córner, terminaba estableciendo el definitivo 3-2 en el marcador. Y es que el fútbol no entiende de medias tintas, y menos en Europa: si regalas tanto, lo pagas caro.

Desde el pitido inicial, el Atlético se vio superado. El escenario impone, cierto, pero lo que más asustó a los colchoneros fue la chispa de Salah. El egipcio tardó apenas tres minutos en provocar una falta peligrosa al borde del área, transformada en el 1-0 gracias a un golpeo suyo que desvió Robertson en la barrera, dejando a Oblak vendido. El conjunto del Cholo Simeone, que sigue sin dar con la tecla en este arranque de curso, encajó el segundo apenas dos minutos después: otra acción individual de Salah, pared con Gravenberch y zurdazo cruzado imposible. Un vendaval que dejó al Atlético contra las cuerdas antes siquiera de entrar en el partido.

El 2-0 tan temprano invitaba a pensar en goleada, con Anfield en ebullición y el Atlético aturdido. Los de Arne Slot encontraron autopistas por las bandas, aprovechando el agujero del Atlético en el centro del campo. Alexander Isak rozó el tercero con dos derechazos desde la frontal, mientras que Wirtz y Szoboszlai sembraban el caos en la zaga visitante. Javi Galán sufría lo indecible cada vez que Salah encaraba, y solo la falta de puntería local mantenía con vida a los colchoneros.

Y es que el Atleti, pese a todo, aún tenía un as bajo la manga: la pegada puntual de Marcos Llorente. En el añadido de la primera parte, Giuliano Simeone inventó una jugada por la derecha y su centro lo cazó el ‘14’ rojiblanco para acortar distancias con un punterazo seco, casi de fútbol sala. Gesto desafiante del madrileño a The Kop, que no le perdonaba aún aquellas noches de 2020 en las que el Atlético eliminó al Liverpool de la Champions con dos goles suyos. Ese tanto metía a los de Simeone de nuevo en el partido y encendía la llama de la épica.

Pero la reanudación devolvió al Atlético a su triste realidad. Sin Julián Álvarez, Alex Baena, Thiago Almada ni Cardoso, todos lesionados, y con un Griezmann apagado, la pólvora escaseaba. El Cholo intentó agitar el árbol con Koke y más tarde con Sorloth, pero la diferencia de banquillos fue evidente: Slot respondía con Ekitiké, Mac Allister, Bradley y el jovencísimo Ngumoha (17 años), manteniendo la amenaza viva. Salah pudo sentenciar con un zurdazo al poste mientras Oblak se multiplicaba para mantener las esperanzas rojiblancas.

El Atlético aguantaba como podía, con un Llorente omnipresente que se echó el equipo a la espalda. Y en el minuto 81 volvió a aparecer el 14 rojiblanco para firmar el 2-2: semivolea desde la corona del área, desviada por un defensa, que acabó en parábola imposible para Alisson. Un gol de fe, de los que invitan a soñar. El banquillo visitante lo celebró como una liberación, mientras Simeone, al borde de la zona técnica, agitaba los brazos para pedir más.

El empate parecía una gesta en un campo tan hostil, pero el Atlético volvió a demostrar que, en Europa, los despistes se pagan caros. Van Dijk, imperial, encontró el premio que buscaba en un córner botado por Szoboszlai: testarazo inapelable en el 93’, directo al mentón de un Atlético que, por segunda vez, moría en la orilla. Simeone, desquiciado, fue expulsado por protestar, símbolo de la impotencia de un equipo que se quedó a medias.

El arreón final, con un cabezazo de Sorloth fácil para Alisson, apenas maquilló el desenlace. El Liverpool, sin hacer un partido excelso, se llevó los tres puntos gracias a su arranque demoledor y a la jerarquía de Van Dijk. El Atlético, mientras, se marcha de Anfield con la sensación de haber competido, pero bastante tarde. Porque reaccionar solo cuando ya vas cuesta arriba es firmar la sentencia de muerte en esta Champions donde apenas hay margen para el error.

Simeone deberá reflexionar. Su equipo transmite poca solidez y, aunque las bajas han acabado pesando mucho —especialmente la de Julián— tampoco hay un plan B para reaccionar cuando se debe.


Ficha técnica

Liverpool, 3: Alisson; Frimpong (Bradley, m. 58), Konate, Van Dijk, Robertson (Kerkez, m. 87); Gravenberch, Szoboszlai; Salah, Wirtz (Rio, m. 75), Gakpo (Mac Allister, m. 58); Isak (Ekitike, m. 58)
Atlético de Madrid, 2: Oblak; Giuliano, Llorente, Le Normand, Lenglet, Galán; Raspadori (Koke, m. 52), Barrios, Gallagher (Molina, m. 61), Nico González (Pubill, m. 77); Griezmann (Sorloth, m. 61)

Goles: 1-0, m. 3: Robertson. 2-0, m. 5: Salah. 2-1, m. 48+: Llorente. 2-2, m. 81: Llorente. 3-2, m. 93: Van Dijk
Árbitro: Maurizio Mariani (Italia). Amonestó con tarjeta amarilla a los visitantes Le Normand (m. 31) y Lenglet (m. 49+). Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, fue expulsado en el minuto 93
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la fase liga de la Liga de Campeones, disputado en el estadio de Anfield (Liverpool) ante unos 61.000 espectadores

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