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Champions League

Susto con Camavinga: se retiró al descanso fatigado por un virus y se descarta la lesión muscular

El mediocampista blanco fue retirado del campo en el intermedio por un fuerte resfriado, disipando los temores a una nueva lesión en el Madrid.

El mediocampista blanco fue retirado del campo en el intermedio por un fuerte resfriado, disipando los temores a una nueva lesión en el Madrid.
Camavinga disputa un balón con Daniel Podence durante el partido de Champions. | Cordon Press

La sustitución de Eduardo Camavinga en el descanso del encuentro entre el Real Madrid y el Olympiacos, correspondiente a la quinta jornada de la fase de grupos de la Champions League, generó cierta inquietud en los primeros minutos de la reanudación. El francés, titular en un partido importante para los intereses del conjunto blanco, no salió al césped para disputar la segunda parte, lo que hizo temer una nueva lesión en un equipo que en las últimas semanas acumula un número considerable de bajas... Sin embargo, las primeras informaciones disiparon rápidamente cualquier duda: Camavinga no sufría ningún problema muscular, sino los efectos de un fuerte resfriado que le complicaba respirar con normalidad.

De hecho, según reveló El Chiringuito, el centrocampista arrastraba desde días atrás un proceso gripal del que había mostrado cierta mejoría en las horas previas al partido. Pese a ello, el esfuerzo físico de la primera mitad terminó pasándole factura. Al término de la primera parte, el jugador francés comunicó tanto al cuerpo médico como al cuerpo técnico que se encontraba fatigado y con dificultades respiratorias. Ante esta situación, el entrenador optó por no forzar y ejecutar el cambio de inmediato.

Por ello, en la reanudación, el jugador francés se quedó en los vestuarios mientras Dani Ceballos saltaba al césped para disputar la segunda mitad. La sustitución, por el momento en que se produjo y por el rendimiento mostrado hasta entonces por Camavinga, sorprendió a los aficionados. Y es que el exjugador del Rennes había completado un primer tiempo notable, muy activo en transiciones, firme en la recuperación y cómodo junto a Tchouaméni en la medular. Su actuación estaba siendo una de las más destacadas del equipo, lo que contribuyó a que el relevo generara desconcierto inicial.

No obstante, la preocupación duró poco, ya que la imagen del jugador sin signos aparentes de lesión durante la primera mitad ya hacía pensar en una molestia ajena a problemas musculares. Finalmente, las explicaciones posteriores confirmaron que se trató únicamente de una cuestión de salud pasajera.

Dani Ceballos fue el elegido para ocupar su lugar. El andaluz, que agradeció la oportunidad, se colocó en la sala de máquinas con la intención de aportar control en un tramo del partido en el que el Olympiacos había elevado su intensidad tras recortar distancias con su segundo gol. La entrada de Ceballos buscó sostener la circulación y el ritmo del juego, una labor en la que el centrocampista cumplió ayudando al Real Madrid a gestionar los momentos más exigentes del choque.

Nuevo contratiempo en la plantilla madridista

Con esta decisión, el Real Madrid evita añadir un nuevo contratiempo físico a una plantilla que ya ha tenido que reponerse de diversas bajas en lo que va de temporada. La sensación general en el club es de tranquilidad, dado que el estado de Camavinga no reviste gravedad y se espera que su recuperación sea rápida. Si evoluciona favorablemente en las próximas horas, el francés podría reincorporarse sin mayores complicaciones a la dinámica de entrenamientos.

La precaución, en este contexto, se impuso como la mejor opción. El propio jugador, consciente de sus limitaciones físicas durante el descanso, trasladó honestamente sus sensaciones al equipo médico, lo que permitió actuar con celeridad y evitar males mayores. El Real Madrid, que afronta una fase decisiva del calendario, valoró la importancia de proteger a uno de sus futbolistas más utilizados y determinantes.

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