L D (EFE) A pesar de que han probado juntos oficialmente por primera vez en la Copa Davis, Fish y Bryan han sacado partido de su mayor agresividad para imponerse en cinco sets, y dejar para la jornada del domingo, a partir de las 12:00 horas, la resolución de la eliminatoria, con un primer duelo crucial entre los dos números uno de ambas formaciones, Nadal y Roddick, para seguir después con el Ferrer-Querrey.
Ganadores este año en sus visitas a Perú y Alemania, y a Suiza en 2006, en su primer partido en territorio español, Verdasco y Feliciano no han podido hacerse con el punto de dobles, crucial casi siempre en todas las eliminatorias. Y en un día especial para 'Feli', porque cumplía 27 años, al toledano le quedaba el sabor amargo de haber tenido una tarde no demasiado afortunada en general, aunque varias de sus jugadas fueron claves. El público cantó "cumpleaños feliz" a López, pero los que al final terminaron festejando fueron los americanos, que algo despistados al principio ante el atronador rugido de una grada impresionante se dejaron escapar el primer set.
El dúo español aguantó el tipo mientras que Fernando Verdasco mantuvo su nivel. El madrileño, mucho más centrado en el partido que su compañero, tomó la responsabilidad enseguida de llevar el timón del tándem y su trabajo se notó inmediatamente. Fish y Bryan no se compenetraban como suelen hacerlo los gemelos Mike y Bob, pareja titular, y España se llevó el primer set en 33 minutos gracias a una ruptura en el séptimo juego ante el saque de Bryan y una volea final de Verdasco. La euforia se desató en Las Ventas, y todo el banquillo español empezó a soñar con un final de la eliminatoria ya en la segunda jornada. Así, Nadal se levantaba a cada momento para animar a sus compañeros, secundado al instante por todo el resto del equipo.
Pero el partido comenzó a decantarse a favor del conjunto americano en el momento en el que Mike Bryan, convertido en un poste, leyendo a la perfección los restos de los españoles, se hizo dueño de la red. Él y Fish se combinaron con una perfecta exhibición para enseñar cómo debe jugarse un doble, incluso en tierra batida, cubriendo mejor los espacios y sobre todo, dominando en la red. A pesar de los 15 saques directos del dúo español por sólo siete del americano, el conjunto visitante se movió mucho mejor, y el resultado no se hizo esperar. Los dos siguientes sets cayeron de su lado, a pesar del empuje de Verdasco, que incluso en un intento desesperado de clavar su saque terminó propinando un pelotazo involuntario en el hombro a una espectadora que se encontraba en el frontis.
Estados Unidos estaba destinado a ganar en solo cuatro sets, cuando el cuarto parcial se colocó con una ventaja de 2-0 tras romper el saque de Feliciano. Eran momentos en los que Fish levantaba el puño y se contagiaba de la euforia de su compañero, festejando ambos los puntos con saltos y choques de espalda.
Pero cuando todo parecía perdido y Estados Unidos dominaba por 4-2, surgió la inspiración momentánea de Feliciano y Mike Bryan cedió su saque en el octavo juego. El público rugió aún con más fuerza cuando España, con saque de Fish, dispuso de cuatro puntos de set, y confirmó el último con un revés providencial de López. "Vamos a ganar, vamos a ganar", le gritaba en la cara entonces el toledano al capitán español Emilio Sánchez.
Pero la euforia se transformó en desilusión diez minutos después ya en el quinto set. Fernando Verdasco perdió su saque en el quinto juego y aunque España gozó de un punto de ruptura en el sexto, con servicio de Fish, lo dejaron escapar. El sueño de confirmar la final con 3-0 desaparecía, y este domingo el espíritu esencial de la Copa Davis, la lucha hasta el último momento, volverá a Las Ventas.