L D (EFE) Portugal recibió a la selección española con el cielo encapotado en Oporto, aunque con calor y según subió al norte las nubes desaparecieron. Los internacionales tomaron rápidamente un autobús para cubrir el recorrido hasta Santa Cristina de Longos. El 'cuartel general' de España en esta Eurocopa es un antiguo convento, localizado en el Monte da Falperra, punto de encuentro entre las ciudades de Braga y Guimaraes. El hotel fue remodelado para servir como alojamiento para los turistas que quieren conocer ambas localidades de la región del Miño pero prefieren no estar dentro de la ciudad.
Entre las instalaciones anexas al complejo hotelero, existe un campo de fútbol en el que España se ejercitará, así como una zona destinada a la recuperación (saunas, piscina, masaje). El hotel da Falperra, que tiene 63 habitaciones, ya fue el lugar de concentración de España en la víspera del partido amistoso contra Portugal, jugado en el estadio Afonso Henriques de Guimaraes, con triunfo del cuadro de Sáez por 0-3.
Los internacionales, cuyos rostros reflejaban el cansancio de las pocas horas de sueño y del día agotador, tendrán este lunes sesión matinal de baño y masaje y por la tarde, a las 18.00 horas, volverán al trabajo de campo en el propio complejo hotelero. España se mantendrá aquí hasta el viernes, día en el que se trasladará al Algarve para apurar las últimas horas previas al estreno contra rusa en el estadio de esta región turística lusa.
Por la mañana, niños y menos niños, ancianos, turistas, españoles y extranjeros, alucinaron en Santiago cuando una hilera de color crema, el del uniforme oficial de España, se confundía por las calles de la ciudad con los ciudadanos que paseaban en una mañana dominical. El trayecto de 500 metros que hicieron los futbolistas de Iñaki Sáez hasta la Plaza del Obradoiro se convirtió en un auténtico laberinto, un tumulto donde reinó el casos pues el número de fuerzas policiales fue insuficiente para aplacar los centenares de personas que desaban tocar y pedir autógrafos a sus ídolos. La organización del evento se vio desbordada.
España se fotografió en la plaza del Obradoiro, delante del Pórtico de la Gloria, el escenario que ahora Ronaldinho promociona en un anuncio televisivo y que ha dado la vuelta al mundo. Xavi, Puyol y Gabri bromearon, vieron de cerca el lugar donde su compañero del Barcelona exhibe todo su talento en ese famoso anuncio, cuyo rodaje acabó con una vidriera rota. La selección de Iñaki Sáez, posteriormente, entró en la catedral de Santiago. Allí, el Deán Manuel Calvo habló en términos futbolísticos. Y apeló al orgullo, al carácter y a la furia española para desear suerte a la selección en la próxima Eurocopa en la ofrenda que realizó España al Apóstol.
Raúl González, como capitán de la selección española, pidió al Apóstol "por los marginados y desheredados de la Tierra, por los que se esfuerzan en sus estudios y trabajos, por los que cuidan de nuestra seguridad, por las familias y por los que se unen y organizan para hacer de éste un mundo mejor". A la salida de la catedral, los jugadores se dirigieron al hostal de los Reyes Católicos donde el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, ofreció un almuerzo a toda la expedición.