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Fórmula 1

Alonso estrena la temporada con un segundo puesto en Australia

El piloto español cruzó la meta en segundo lugar detrás de Raikkonen, mientras que Vettel ha sido tercero.

El piloto español cruzó la meta en segundo lugar detrás de Raikkonen, mientras que Vettel ha sido tercero.
Las novias de la Fórmula 1

El finlandés Kimi Raikkonen (Lotus) se ha convertido en el primer líder del Mundial de Fórmula Uno al ganar el Gran Premio de Australia, disputado en el circuito semiurbano de Albert Park, en Melbourne, en el que el español Fernando Alonso (Ferrari) ha acabado segundo.

Raikkonen fue el mejor tras las 58 vueltas que se dieron a la pista australiana -de 5.303 metros-, para completar un recorrido de 307,5 kilómetros, y ganó por delante de Alonso, que fue segundo, y del tricampeón alemán Sebastian Vettel (Red Bull), que también subió al podio, al acabar tercero una carrera en la que había arrancado desde la pole.

Kimi Raikkonen, de 33 años y que logra su vigésima victoria en la Fórmula 1, y Alonso rompen así el dominio de los Red Bull. El finlandés, campeón del mundo en 2007, acabó con tiempo de una hora, treinta minutos, tres segundos y 225 milésimas, con una ventaja de doce segundos y cuatro décimas sobre Alonso, que había salido desde la quinta plaza.

Raikkonen y el español han roto todos los pronósticos que apuntaban una carrera fácil para los Red Bull, y llevaron al grado máximo el circo de la Fórmula 1. La sesión de clasificación, retrasada hasta el domingo por la intensa lluvia que caía el sábado sobre Melbourne, había indicado el poderío de la escudería austriaca, pero Vettel sufrió en exceso la degradación de los neumáticos y acabó sin opciones.

El enfado que tenía Alonso tras la suspensión de la clasificación sobre lluvia, situación idílica para el asturiano, se calmó tras la gran carrera que protagonizó en el trazado semiurbano de Albert Park. Ferrari decidió arriesgar en su estrategia con el bicampeón del mundo y esta vez sí funcionó. Alonso rodaba tercero, tras Vettel y tras Felipe Massa (Ferrari), cuando sus jefes le encargaban pasar por boxes. Había que cambiar la estrategia y tocaba ir a tres paradas.

Antes, Alonso había protagonizado una salida de las suyas. Como si fuese la última carrera del Mundial, el asturiano, que partía quinto, se echó encima de Lewis Hamilton (Mercedes) y de un Mark Webber (Red Bull) que volvía a dejar mucho que desear a la hora de ponerse el semáforo en verde. De forma inesperada, Massa consiguió colocarse segundo y, tras él, se situó Alonso a la espera de su momento para atacar. Por delante, el poleman Sebastian Vettel había tomado la cabeza de carrera y nadie esperaba que no se llevara la victoria.

Pero Red Bull no contaba con que la degradación de neumáticos le jugaría una mala pasada. Vettel no acababa de conseguir el máximo rendimiento de su monoplaza y Ferrari lo aprovechaba para que no se escapara en solitario. Massa lo presionaba mientras la escudería italiana pensaba en gestionar una nueva estrategia para romper la carrera con Alonso.

El asturiano entraba en el pit lane en la vuelta 21 y conseguía recortar más de medio segundo en el siguiente giro sobre Vettel y Massa. Red Bull reaccionaba inmediatamente, pero ya era tarde y Alonso le ganaba la posición, mientras que el brasileño se mostraba muy enfadado por la radio por la apuesta de su equipo por el asturiano y no por él.

Kimi, protagonista inesperado

Alonso se ponía cuarto, pero líder virtual. Adrian Sutil (Force India), Raikkonen y Hamilton estaban por delante, pero eran rivales que se acabarían cayendo por su propio peso al tener que pasar por boxes. No obstante, pasaban las vueltas y Sutil y Raikkonen resistían. Alonso había conseguido adelantar a Hamilton pese a la oposición del británico y había puesto su punto de mira en Raikkonen.

Sutil se daba por vencido y entraba a cambiar neumáticos, pero Raikkonen continuaba en pista, indicando que su estrategia sería de dos paradas. Por tanto, a falta de una parada para cada piloto, si Alonso quería subir a lo más alto del podio, tendría que adelantarlo en pista.

El asturiano intentaba recortar los cinco segundos que le separaban del finlandés, pero el Lotus marchaba muy bien y el Ferrari era incapaz de reducir la diferencia. La lluvia amenazaba con descargar sobre Albert Park, así que Alonso empezó a controlar la distancia que tenía con respecto a Vettel, que continuaba sufriendo la degradación de sus neumáticos, dejando que Raikkonen rodara hacia la primera victoria del año.

Ahora la Fórmula Uno se traslada a Malasia, donde el próximo domingo se disputará la segunda carrera del año en el circuito de Sepang a partir de las 9:00 (hora peninsular española).

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