Lewis Hamilton fue la gran sorpresa de la clasificación del sábado al no pasar de la Q1 debido a su "falta de entendimiento" con el coche. El inglés era la viva imagen de la decepción en el circuito de Yeda. El británico aprovechó también para opinar sobre la decisión de correr tras el atentado, se le notó incómodo al piloto.
Lewis fue claro cuando le preguntaron sobre si estaba satisfecho con tener que seguir adelante con el gran premio en Arabia Saudí después del ataque sufrido por la ciudad que acoge la prueba. "Quiero irme a casa", soltó tajante.
En ‘Sky Sports’ le preguntaron si estaba sorprendido por su clasificación. "Sí, por supuesto. Algo en la puesta a punto se veía bien en los Libres 3, intentamos ir en esa dirección, pero quizá fuimos demasiado lejos y por eso el coche no se podía conducir", expuso.
El de Mercedes no entró en muchos detalles sobre las complicaciones en su monoplaza. "Sólo he tenido problemas en el equilibrio del coche, y no estoy donde quiero estar. Por desgracia, nos equivocamos en la puesta a punto", señaló.
El siete veces campeón del mundo de Fórmula 1, que saldrá decimosexto este domingo en el Gran Premio de Arabia Saudí, manifestó en Yeda tras haber caído en la Q1, algo que no sucedía desde 2017, que tuvieron "problemas con el equilibrio" de su monoplaza.
"El coche parecía muy nervioso en todo momento; y, simplemente, no iba", explicó, de 37 años, que hace menos de cuatro meses, en la primera edición del Gran Premio de Arabia Saudí, había logrado una de las 103 'poles' con las que detenta el récord histórico de salidas desde el primer puesto de la parrilla en la Fórmula Uno.
"Todo el mundo en el equipo estamos trabajando para solucionar estos problemas; y ahora lo que tenemos que hacer es intentar hacerlo lo mejor posible mañana en carrera", comentó Hamilton, que hace dos años igualó la plusmarca histórica de siete títulos mundiales del alemán Michael Schumacher; y que también posee, con un total de 103, el récord de victorias en la categoría reina.