Fernando Alonso volvió a demostrar que mientras la fiabilidad de su Alpine lo permite, es capaz de sacarle mucho jugó a su A522. Todo lo que ocurrió este fin de semana en el Gran Premio de Austria es un buen ejemplo de ello.
Alonso no pudo participar en el Sprint del sábado tras la surrealista escena que se vivió en la que se quedó parado en plena parrilla, por lo que tuvo que partir desde la 19ª posición tras cambiarle, por quinta vez en lo que llevamos de temporada, todo el motor a su monoplaza.
El domingo, en la carrera, Fernando salió a por todas y consiguió terminar en una increíble décima posición, sumando un punto. El asturiano dejó constancia de su clase y completó una remontada espectacular con momentos para el recuerdo como su baile a Vettel.
Fernando Alonso ve Sebastian Vettel’in yarışın ilk turlarındaki mücadelesi ✨#AustrianGP pic.twitter.com/RRhhLCb9ZR
— FERNANDO (@alo_theking) July 10, 2022
Alonso, frustrado
Fernando, que ya expresó su frustración en el pasado Gran Premio de Canadá y ha vuelto a hacerlo tras presenciar un nuevo episodio de avería mecánica en su monoplaza, está harto. Su A522 no da la talla y no le permite brillar en su momento más dulce de la temporada.
"Este año, en general, creo que es uno de mis mejores a nivel de competitividad, me siento muy bien, muy rápido, muy fuerte. Pero la verdad es que no hemos tenido nada de suerte por ahora... y hemos perdido 50 o 60 puntos quizá en lo que va de año", se quejaba amargamente Fernando tras el fiasco del Sprint.
El español ha visto, una vez más, como su competitividad se ha visto alterada por la dichosa mecánica. La escasa fiabilidad de su Alpine comienza a cansarle.