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Supercopa sin brillo para el Barcelona ante el Atlético

El conjunto azulgrana se llevó el trofeo, en un partido en el que Víctor Valdés fue el héroe con dos grandes paradas y Messi falló un penalti.

El conjunto azulgrana se llevó el trofeo, en un partido en el que Víctor Valdés fue el héroe con dos grandes paradas y Messi falló un penalti.
Los jugadores del FC Barcelona celebra la Supercopa. | EFE

Sin brillo, con dudas y amarrrados por el pegajoso sistema del Cholo Simeone, el FC Barcelona se llevó la Supercopa de España, tras empatar (0-0) frente al Atlético de Madrid, en el partido de vuelta disputado en el Camp Nou.

La lección estaba aprendida del primer choque, pero el conjunto del Tata Martino volvió a enredarse en la el sistema canchero del conjunto rojiblanco, que volvió a atenazar, con un juego en ocasiones demasiado agresivo, a los jugadores locales, muy incómodos durante todo el encuentro sobre el campo. Simeone sabía que debía repetirse el guión del Calderón y volvió a planear un partido pegajoso y trabado que, a punto estuvo de salirle bien.

Porque por momentos, el Atlético creció, se hizo con el mando y, de no ser por Víctor Valdés -héroe de la noche- se habría llevado el trofeo ante un desconocido Barcelona, que ni siquiera tuvo brillo con la primera alineación de Neymar como titular. El brasileño partía en ataque con el recuperado Messi y Alexis, mientras que Cesc se hizo con el puesto de Iniesta en la formación inicial. Era un equipo para tratar de romper al Atlético pero nunca dio la sensación de que pudiesen hacerlo.

Este Barça poco recordó al de las combinaciones rápidas y movimientos sin balón en ataque. Se limitó a jugar balones cruzados poco claros y dio la sensación de las teclas tocadas por Martino desafinan en la orquesta azulgrana. En este panorama, el Atlético se creció desde el repliegue ante la incapacidad de su rival para hacer ocasiones y tuvo los acercamientos más peligrosos para marcar. La primera parte dejó un dominio estéril y con un juego pobre del Barça, que vio cómo Arda Turan estuvo a punto de enmudecer el Camp Nou, tras una gran combinación en ataque con Koke y Villa. El turco recibió el balón dentro del área, sentó a Piqué y remató frente a un poderoso Valdés que salvó con una estirada a su equipo.

El encuentro, escaso de ocasiones y cercano al tedio, se marchó al descanso con el susto en el cuerpo para el Barcelona. Pero la esperada reacción de los catalanes no llegó tras la reanudación. Los colchoneros cogieron el mando del partido entraron con otra actitud en la segunda mitad. Eran conscientes de que podían sorprender a su rival y tuvieron la ocasión de hacerlo en los pies de Villa. El asturiano enganchó un disparo desde la frontal, que recibió otra respuesta espectacular de Valdés. Porque si alguien fue culpable de que el Camp Nou llene sus vitrinas con un nuevo trofeo, fue el guardameta, crucial en el partido.

Martino dio entrada a Pedro e Iniesta por Alexis y Cesc, en busca de una mejora en el juego y se atisbó un intento de reacción de los barcelonistas, frenado por el juego duro rojiblanco. Pero en este desconocido Barcelona, las ocasiones llegaba a trompicones y sin claridad. Cuando el Atlético soñaba con poder cazar un nuevo contragolpe, llegó la polémica. Filipe derribó a Alves sin balón, en lo que uno de los jueces de línea interpretó como una agresión, y el brasileño se marchó al vestuario expulsado.

Y, en esa vorágine de patadas y juego espeso, Miranda derribó a Pedro dentro del área en otra decisión muy cuestionada por los rojiblancos. Messi, sacado del partido por la presión rojiblanca, completó su noche aciaga enviando el penalti al larguero. A partir de entonces, las interrupciones se hicieron todavía más latentes y el choque se terminó de enredar con la expulsión de Arda, que ya se encontraba en el banquillo. El Barcelona, menos Barcelona que nunca, se conformó con el empate y con una Supercopa sin brillo.

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