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Las guerras del fútbol español: Villar, Tebas y Cardenal

Ángel María Villar, Javier Tebas y Miguel Cardenal se han enzarzado en una disputa por el poder del deporte rey en España

Ángel María Villar, Javier Tebas y Miguel Cardenal se han enzarzado en una disputa por el poder del deporte rey en España
Javier Tebas, Ángel María Villar y Miguel Cardenal. | LD/Archivo

En pleno proceso de expulsión de los violentos de los estadios, en el fútbol español ha estallado una guerra que venía tiempo preparándose. La tricefalia actual que gobierna el deporte más seguido del país ha terminado por sacar los trapos sucios a la luz en la lucha por el poder que mantienen el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, y el presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal.

El pasado miércoles algunas de las cartas marcadas comenzaron a destaparse. En primer lugar, Villar decidió denunciar ante la UEFA e informar a la FIFA de lo que considera injerencias del Gobierno español través del Consejo Superior de Deportes. Lo hizo con el apoyo unánime de la asamblea de la Federación y lanzó la amenaza de paralizar el fútbol con una huelga.

Villar reina en el fútbol nacional desde 1988 y nada ni nadie ha conseguido relevarlo de la presidencia. Acostumbrado a rodearse de fieles colaboradores, se ha sabido ganar el apoyo de todos los estamentos con su política de no prescindir de nadie, algo que le ha catapultado a las vicepresidencias de la FIFA y la UEFA. Ni siquiera pudo sacarle del poder la causa judicial por apropiación indebida del dinero de la Federación, en la que se le acusó junto a varios directivos de cargar viajes y comidas personales en las cuentas del organismo. Finalmente, salió absuelto y reforzado a pesar de que el Gobierno llegó a congelar las subvenciones de la Federación.

Federación opaca

Precisamente, lo que no acepta es someterse a la Ley de Transparencia con la que el Gobierno exige una auditoria de sus cuentas. El punto de fricción con Cardenal tiene que ver con la negativa permanente a que se examinen las cuentas de la Federación, algo que teniendo en cuenta los antecedentes, Cardenal considera imprescindible. Villar ha renunciado tres años seguidos a la subvención gubernamental con el objetivo de que el CSD obviase cumplir con la ley e ignorase la auditoria.

Aprovechó el tirón de la Selección Española campeona de Europa y del mundo para hacer caja con amistosos con los que ingresó importantes cantidades de dinero que han mantenido el balance en positivo. Mientras Cardenal insiste en que debe cumplir la ley y está sobre la mesa la posibilidad de que se limiten los mandatos en las federaciones deportivas españolas, Villar ha conseguido recabar apoyos entre algunos presidentes descontentos de la mano de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE) que también mantiene una tensa relación con Cardenal a propósito del cetro de poder del deporte nacional.

Tebas, el denunciante de Villar

Y en un tercer vértice está Javier Tebas, cuyo poder ha crecido exponencialmente en los últimos años. Los primeros pasos de Tebas, abogado de profesión, lo colocaron como asesor del Badajoz para llegar a la vicepresidencia de Liga y después ejercer como líder del G-30, un grupo de equipos que se rebeló para reclamar un reparto más equitativo de los derechos televisivos. Posteriormente, ejerció como asesor de diversos clubes y sus presidentes, entre ellos el controvertido dueño Alavés Dmitry Piterman. La tensión con Villar viene de atrás porque fue precisamente él quien denunció al presidente de la federación por apropiación indebida y pidió que se reabriese el caso.

Desde que en 2013 accedió a la presidencia de la Liga, la relación entre ambos ha pasado por altibajos pero la tónica general ha sido el desencuentro. Villar no ha aceptado el creciente poder de Tebas, que quiere hacerse con las riendas del fútbol español. El presidente de la Liga no es invitado a las asambleas de la Federación, que no ha aceptado que exista un juez único de competición. Villar sigue manteniendo poder absoluto para designar árbitros y ordenar sanciones y, ahora, se han creado dos comisiones, una para Primera y otra para Segunda, con las que pretende restar aún más poder a la LFP. La situación ha llegado hasta tal punto, que el presidente de la Federación no se presentó en las reuniones de la Comisión Antiviolencia, después de la reyerta que acabó con la vida de un seguidor del Deportivo en las inmediaciones del Vicente Calderón.

La pugna por el poder se intensificó cuando Villar presenció la alianza y buena sintonía entre Cardenal y Tebas, algo que sintió como una traición por parte del presidente del CSD.

Agrupados en bandos, los dirigentes del deporte más seguido del país pugnan en una guerra abierta por el poder.

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