Rafael Nadal sigue su puesta a punto y da muestras de que está camino de ser el tenista que maravilló a todo el mundo. Quizá nunca llegue a serlo otra vez pero está demostrando que está mejorando día a día.
El torneo de Shanghái puede ser clave en el resurgir de Nadal. Tras ganar a un top 10 como Raonic, el español ha conseguido vencer a Wawrinka, número 4 del mundo. No es una victoria cualquiera. Ha conseguido derrotar a un tenista que se supone, está entre los mejores, está en una mejor racha, en pista rápida y, además, le ha ganado contundentemente.
Nadal sólo ha cedido tres juegos. 6-2 y 6-1 en un resultado positivo y sorprendente por su contundencia. "Voy mejorando día a día y, aunque despacio, estoy en una línea ascendente. Para mí es muy positivo haber llegado la semana pasada a la final de Pekín y ahora estar en semis. Con estos puntos voy sumando para estar en el Masters de Londres", comentó Nadal.
Este partido sorprende por otro motivo: está a final de temporada. Generalmente, Nadal llega a este periodo peor que sus rivales y ahora no da esa impresión. Más bien lo contrario. El balear apuntó que "fue extraño el bajón de Wawrinka, quizás se debe a que estamos a final de temporada y el cansancio hace mella, ya que es uno de los mejores jugadores del mundo".
El segundo set comenzó con un 5 a 0 a favor de Nadal que tras ganar su cuarto partido de la temporada ante un Top-10, se medirá en semifinales ante el francés Jo-Wilfried Tsonga que ganó al sudafricano Kevin Anderson por 7-6 (6), 5-7 y 6-4.
Será otro test para Rafa que se está tomando este torneo como "preparación para la próxima temporada". Quizá esa filosofía le está ayudando para quitarse presión. Dice el tenista que ha mejorado "mucho la derecha y el saque".