Milán aprobó sin florituras a nivel de organización en la final de la Champions 2016, pero no superó a Lisboa. La ciudad italiana ofreció a los seguidores de Atlético y Real Madrid todas las bondades que se pueden ver y sentir en la capital de Lombardía aunque tuvo errores que hicieron recordar a muchos con cierta melancolía lo vivido en la capital portuguesa en 2014.
Los primeros en llegar a Milán lo hicieron el jueves, pero fueron una minoría. La mayor parte de la gente no podía permitirse una estancia superior a una noche en Italia y por esa razón apuraron hasta el viernes e incluso hasta el sábado para llegar a la sede del partido.
Desde el jueves hasta el domingo, la UEFA proporcionó a cualquiera que quisiera acercarse al centro de la ciudad varios espectáculos deportivos y musicales. Todo el que quisiera disfrutar de la previa del encuentro debía reunirse en la Piazza del Duomo.
Allí se pudieron ver actuaciones musicales, incluyendo la sesión del sábado de un Dj conocido en España por su pasado como jugador, Gaizka Mendieta. La leyenda del Valencia pinchó en pleno centro de Milán y ante la atenta mirada de propios y extraños.
Juegos para pequeños y mayores, la oportunidad de pintarse la cara con los colores de tu equipo, concursos, la posibilidad de hacerse una foto con la Champions junto a la catedral de Milán, el repaso a la historia de la competición con banderas y fotografías colocadas por las calles… Todo estuvo a la altura de una final de la mejor competición del mundo de clubes.
San Siro, templo del fútbol
El estadio de Milan e Inter acogió una nueva final de la Champions y con todos los ojos del mundo puestos en el denominado ‘Templo del fútbol’ había que estar a la altura. La organización fue precisa y puntual. Las ruedas de prensa comenzaron a la hora que debían hacerlo y los entrenamientos también.
Atlético de Madrid y Real Madrid pisaron el césped de San Siro en la tarde del sábado. Sin retrasos, pero con quejas, sobre todo de los rojiblancos que tuvieran que soportar durante varios minutos el sonido del helicóptero encargado de sobrevolar San Siro. Lo mismo le pasó al Real Madrid aunque en su caso la duración fue mucho menor.
Curiosa fue también la imagen del Profe Ortega haciendo footing alrededor del estadio en el inicio de la jornada. Por la mañana, aparte de esa anécdota, los únicos en hablar fueron Simeone, Gabi y Torres ya que todo lo demás vino por la tarde con los entrenamientos de ambos conjuntos y la rueda de prensa de de Zidane junto a Ramos y Marcelo.
Todos los retoques que necesitaba el estadio se tuvieron en cuenta. A menos de 24 horas aún faltaban cosas por perfeccionar en San Siro.
Cara y cruz en el transporte
Sin apenas problemas entre las dos aficiones en un nuevo ejemplo de deportividad entre las hinchadas de Atlético de Madrid y Real Madrid, el único problema que se pudo ver alrededor del estadio fue el transporte y la separación entre aficiones.
En Lisboa, las aficiones estuvieron separadas salvo en contadas excepciones. La policía portuguesa no tomó riesgos que sí hubo en Italia. Por suerte, sólo hubo incidente leves. El aviso de un paquete sospechoso que provocó la evacuación y cierre de algunas paradas del metro no mejoró la situación en varias fases del día.
Por otro lado, es cierto que se amplió el horario del metro para ayudar a los aficionados a regresar a sus respectivos alojamientos una vez acabada la final, pero debido a la gran cantidad de gente que salía a la misma hora del mismo escenario, muchos decidieron buscar un taxi, algo que resultó imposible. El desconocimiento de muchos con los recorridos de los autobuses tampoco ayudó.
Las imágenes de seguidores andando sin rumbo por los alrededores de San Siro pudieron verse hasta altas horas de la madrugada. La propia Policia se mostró incapaz de guiar a la gente que no veía posibilidades de volver a casa debido a la falta de medios de transporte.
Fan Zone y accesos al campo
Las dos aficiones estuvieron muy a gusto en sus respectivas Fan Zone, estación central para el Atlético y Pagano para el Real Madrid, pero las comparaciones con Lisboa seguían dando como ganadora a la ciudad portuguesa.
El calor y el trayecto a pie hasta el estadio fueron a su vez complicados aunque se produjeron sin mayores inconvenientes. En los aledaños del estadio, dos controles y accesos a buena velocidad ante la atenta mirada de reventas que buscaban entradas o las vendían sin recibir ni una sola reprimenda de la Policía.
En el interior del estadio, la venta de entradas en los días previos provocó que aficionados de ambos equipos estuvieran situados en el lado equivocado provocando la preocupación de los miembros de seguridad. Algunos de ellos tuvieron que ser desalojados de esas zonas para evitar problemas.
Espectáculo y partido
El partido es de sobra conocido por todos y el espectáculo previo con Alicia Keys y Andrea Bocelli estuvo a la altura de lo que vino después.
Sin duda, Milán pasará a la historia como otra gran final entre Atlético de Madrid y Real Madrid, pero en su duelo particular con Lisboa ganaron la segunda.