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Copa del Rey

El Real Madrid se queda a las puertas de la remontada en Balaídos (2-2)

El Madrid peleó hasta el final. Cristiano metió a los suyos en la eliminatoria con un golazo de falta. Zidane tardó mucho en hacer los cambios.

El Madrid peleó hasta el final. Cristiano metió a los suyos en la eliminatoria con un golazo de falta. Zidane tardó mucho en hacer los cambios.
Cristiano Ronaldo, durante el partido ante el Celta. | EFE

Pasa el Celta. Cae el Real Madrid. Eso sí, con honores. Los dos equipos, a excepción de algunos jugadores determinados, pelearon como si la Copa del Rey fuera la Champions. Balaídos fue una fiesta que, durante muchos momentos de la noche, estuvo a punto de aguarse. Y es que el Madrid tuvo al Celta contra las cuerdas durante muchos minutos de la segunda parte, cuando Cristiano Ronaldo marcó el 1-1 de libre directo. Fue un cuarto de hora donde el equipo de Berizzo agachó el culo, subió los brazos y se cubrió la cara con el único plan de que pasaran los minutos. Era el momento del Real Madrid, pero Sergio Ramos —justo el sevillano, el hombre gol en los últimos meses— fue quien falló una ocasión clara a medio metro de la portería.

Incluso con el 2-1 de Wass en el 84', cuando Balaídos sacaba el confeti, el Madrid hizo honor a su escudo y a su historia y tuvo minutos para una remontada épica. ¿Cómo va a pensar un plantel o un entrenador en los lesionados, en el calendario o en el valor de la Copa del Rey en el albor de la batalla? Nada de nada. Lucas Vázquez marcó en 90' para volver a soñar con un triplete que se esfuma porque, entre otras cosas, el Madrid ha dejado de dominar las áreas como hacía no hace mucho. Han sido 180 minutos de emoción y de análisis.

La puesta de escena del Madrid pareció interesante. Con un 3-5-2 con Casemiro de central, Danilo de falso lateral, Asensio en la izquierda y arriba Benzema y Ronaldo. Campo ancho, superioridad en la salida del balón con tres centrales y Kroos filtrando balones. Esa era la idea de Zidane que poco a poco, con el paso de los minutos, se fue diluyendo. Chocó con el repetido planteamiento de Berizzo con el marcaje al hombre. Con el paso de los minutos, el Madrid sólo fue funcionando con los errores del Celta. Los tres centrales —Nacho, Ramos y Casemiro— durante muchos tramos del partido, estuvieron bordeando el área del Celta, algo que ejemplifica la apuesta ofensiva del Madrid que, sin embargo, no encontraba huecos salvo por alguna acción donde Kovacic rompía líneas rivales con sus rápidas conducciones.

Pese a la falta de ideas, de excesivos pases al pie y de espalda, de la falta de ocasiones, el Real Madrid pudo adelantarse en el marcador con un doble poste de Cristiano Ronaldo en el minuto 26. Un centro de Danilo fue rematado por el portugués al travesaño y él mismo recogió el rebote, pero la acción fue tan rápida que no pudo dirigir el disparo. Cristiano no se creía su mala suerte. En el rebote, quizá pudo hacer algo más. Este fue el primer momento clave.

El gafe de Danilo y la apatía de Benzema

A los 10 minutos, Iago Aspas tuvo la ocasión para abrir el marcador en un mano a mano en el que se equivoca el delantero al pasar en vez de definir. Segundo momento clave. Claro está que hubo varios jugadores que determinaron el desarrollo del encuentro con sus actuaciones individuales. La dupla Cristiano-Benzema está siendo criticada y con razón. El primero porque no aporta cuando intenta ayudar en la construcción, porque duele verle intentar zafarse de rivales por velocidad y porque su posición de delantero choca con la de Benzema. Son dos delanteros para muy poco espacio. Tienen que acoplarse mejor y cuanto antes. El francés, además, volvió a mostrar una apatía que roza la crítica más dura. Mientras caen bombas, hay disparos, él vive en su mundo con sus cascos y su música clásica. Sólo hay que ver como muere el partido. Minuto 94 e intenta darse la vuelta con un regate en vez de lanzar un balón al área. Surrealista.

El 1-0 llegó al borde del descanso. Otra vez los últimos minutos le dieron la espalda al Madrid. Y otra vez con un gol de Danilo en propia puerta. En esta ocasión tuvo mala suerte porque el rebote de Kiko Casilla da directamente en él sin que pudiera hacer nada. Dicho esto, el brasileño, que no dio el nivel durante gran parte del partido, no bajó a cubrir a Guidetti hasta que ve que el gol está al caer. Un buen lateral tiene que cerrar su posición cuando la jugada transcurre por la otra banda.

La segunda parte fue casi al completo del Real Madrid. A la media hora Cristiano Ronaldo marcó de falta. Por el lado de Sergio Álvarez. El tanto enchufó al Real Madrid y desenchufó al Celta. Los siguientes minutos fueron un asedio. Ramos falla una falta lateral botada por Toni Kroos, Benzema cruza demasiada un disparo, Ronaldo envía fuera un disparo, y mientras Zidane se lamentaba de las ocasiones, perdía tiempo en los cambios. La primera sustitución no llegó hasta el minuto 74.

Entró Lucas por un desacertado Asensio cuya posición no es la izquierda, Morata por Isco y Mariano por Casemiro para el zafarrancho final. Y Wass reafirmó eso de que el Madrid no domina las áreas. Tercera llegada del Celta y segundo gol. El Madrid se despide del título menos importante pero lo hace sacando pecho. Con un bello gol de Lucas Vázquez de cabeza y en el último minuto del tiempo reglamentario. Este equipo tiene orgullo y fútbol. Con Ronaldo, Benzema y Danilo a este nivel, menos, pero tiene fútbol para que Zidane no vuelva a decir eso de "parece que somos últimos".


Ficha técnica

Celta de Vigo, 2: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Marcelo Díaz, Radoja, Wass (Pione Sisto, m.88); Iago Aspas (Fontás, m.90), Bongonda y Guidetti (Jozabed, m.84)
Real Madrid, 2: Casilla; Danilo, Sergio Ramos, Casemiro, Nacho; Kroos, Kovacic, Asensio (Lucas Vázquez, m.75); Isco (Morata, m.81), Cristiano Ronaldo y Benzema

Goles: 1-0, m.43: Danilo, en propia puerta; 1-1, m.62: Cristiano Ronaldo; 2-1, m.84: Wass; 2-2, m.90: Lucas Vázquez
Árbitro: Sánchez Martínez (Comité murciano). Mostró tarjeta amarilla a Hugo Mallo y Wass, del Celta de Vigo; y a Danilo, del Real Madrid
Incidencias: Partido de vuelta de cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio municipal de Balaídos (Vigo) ante unos 27.000 espectadores

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