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Denuncian una trama diplomática para provocar la caída del Partido Republicano de Paraguay

La alianza habría repercutido a la economía paraguaya: se calcula que el Estado habría dejado de recaudar unos 33 millones de dólares en impuestos.

La alianza habría repercutido a la economía paraguaya: se calcula que el Estado habría dejado de recaudar unos 33 millones de dólares en impuestos.
Trama política entre Mario Abdo Benítez y Marc Ostfield. | EFE

En los últimos meses han salido a la luz revelaciones explosivas sobre una trama política oculta ideada entre el exembajador de Estados Unidos en Paraguay, Marc Ostfield, y el expresidente Mario Abdo Benítez, cuyo objetivo habría sido influir en la Asociación Nacional Republicana (ANR, el Partido Colorado) para debilitar a determinados sectores internos, entre ellos al presidente del partido, Horacio Cartes, y al actual mandatario Santiago Peña.

El informe diplomático secreto

Según un informe diplomático filtrado, dado a conocer por el diario argentino Clarín, Ostfield mantuvo una intensa injerencia en la política interna paraguaya. En ese documento, enviado al Departamento de Estado de EEUU, el embajador no solo comenta sobre la situación política, sino que actúa como un operador estratégico: promueve a Abdo Benítez, critica a otros líderes y describe estrategias para socavar rivales dentro del Partido Colorado.

De acuerdo con ese informe, la alianza entre Ostfield y Abdo no era casual: se habría articulado para lanzar una campaña coordinada contra Cartes y su movimiento (Honor Colorado) —y también, de acuerdo a varios denunciantes, para influir en las internas de la ANR para apuntalar a Abdo y, por extensión, debilitar a quienes no le eran funcionales—.

Se menciona además que Abdo habría expresado ante Ostfield su desconfianza hacia su propio vicepresidente, Hugo Velázquez, calificando su relación como más "política que de lealtad". Más aún, según el embajador, Abdo le habría pedido formalmente declarar a Velázquez como "significativamente corrupto" para que declinara su candidatura, allanando el camino para otros candidatos más cercanos a él.

Persecución política y "alternancia" en la ANR

Los documentos filtrados muestran que Ostfield defendía públicamente a Abdo como su "aliado estratégico", mientras impulsaba sanciones internacionales y mediáticas contra Cartes, precisamente en momentos de tensión partidaria. Varios dirigentes colorados han denunciado que esta estrategia fue parte de una "agenda para imponer la alternancia" en la ANR; es decir, para debilitar a Cartes y su liderazgo y abrir paso a otros actores.

El senador Gustavo Leite acusó a Abdo de traición al partido, y dijo que junto con Ostfield buscaban "descabezar" la ANR. Por su parte, el abogado Pedro Ovelar ha calificado estas actuaciones como parte de una "asociación criminal": según él, Abdo y Ostfield crearon mecanismos para fabricar relatos mediáticos, enviar informes para sanciones y operar desde instituciones estatales como Seprelad para perseguir a adversarios políticos.

El costo económico y social

No se trató solo de acusaciones retóricas: según algunos analistas, la alianza entre Abdo y Ostfield tuvo efectos concretos sobre la economía paraguaya. Por ejemplo, se calcula que debido a sanciones impulsadas por esa alianza, el Estado dejó de recaudar cerca de 33 millones de dólares en impuestos vinculados a la tabacalera Tabesa, empresa asociada a Cartes, lo que también provocó despidos y pérdidas para muchas familias.

Se afirma que estas sanciones fueron orquestadas en parte por Ostfield desde la embajada, como parte de un diseño para debilitar a Cartes y su influencia en el seno del partido, y al mismo tiempo reforzar la posición de Abdo.

Violación de la soberanía y denuncias de intervención

Varios parlamentarios y actores políticos paraguayos reaccionaron con indignación al conocer los documentos de Ostfield. El diputado Rodrigo Gamarra denunció que lo ocurrido no fue diplomacia, sino intervención: "conspiración", dijo, "y delito", señalando que la Constitución paraguaya prohíbe que representantes extranjeros intervengan en asuntos internos del país.

El senador Gustavo Leite propuso que Paraguay reclame formalmente al Departamento de Estado de EEUU una investigación, mientras que otros pidieron que la Cancillería paraguaya actúe para denunciar una clara vulneración de la soberanía nacional.

Por su parte, el periodista Luis Gasulla, que ha seguido el caso, advirtió que Ostfield se arrogó un poder que no le correspondía: "se metía directamente en la política local", opinaba, "decidiendo quién debía ser juzgado o absuelto".

¿Qué implicaciones tiene para Santiago Peña?

Aunque gran parte del relato público ha girado en torno a Cartes y su movimiento, el informe diplomático también menciona a Santiago Peña. Según Clarín, Ostfield habría intervenido en las internas coloradas "contra Peña", sugiriendo que la estrategia de la embajada estadounidense y de Abdo apuntaba también a debilitarlo políticamente.

Se trataría, en suma, de una operación de ingeniería política al interior del Partido Colorado, en la que se buscaba moldear el poder interno, marginar figuras incómodas y reconfigurar las lealtades. El resultado de todo ello es una fractura evidente en la ANR: por un lado, el sector de Cartes y el movimiento Honor Colorado, y por otro, aquellos que supuestamente jugaron con Ostfield y Abdo para sus fines.

Reacciones e impacto

Los responsables colorados han reaccionado con dureza. Pedro Alliana, vicepresidente de Paraguay, dijo que la alianza entre Abdo y Ostfield utilizó al Estado para operar políticamente, y responsabilizó al exmandatario de "entregar" el gobierno al embajador como si fuera un aliado más.

Mientras, la ANR sufre una crisis de credibilidad: las denuncias de intromisión extranjera y manipulación de las estructuras internas del partido abren una herida profunda sobre la independencia institucional. Muchos temen que este episodio marque un antes y un después para la ANR: ya no solo como partido de poder, sino como espacio donde operan lógicas externas y geopolíticas.

En definitiva, la articulación entre Marc Ostfield y Mario Abdo Benítez, revelada por documentos filtrados, deja al descubierto una trama diplomática que va más allá de la simple competencia partidaria. No solo se habría buscado debilitar a Cartes, sino también poseer influencia directa sobre la ANR, sus líderes y sus decisiones internas, incluido Santiago Peña. Si las acusaciones se confirman en una investigación más profunda, el episodio podría representar una de las más graves vulneraciones de la soberanía política paraguaya en los últimos tiempos.

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