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30 años de la Ley Bosman: el fallo que revolucionó el fútbol y arruinó a su artífice

Hace 30 años, la "Ley Bosman" revolucionó el fútbol: acabó con las indemnizaciones por traspaso y la limitación de extranjeros.

Hace 30 años, la "Ley Bosman" revolucionó el fútbol: acabó con las indemnizaciones por traspaso y la limitación de extranjeros.
Jean-Marc Bosman en una imagen de archivo. | AP

Este lunes 15 de diciembre se cumplen 30 años de una de las sentencias más trascendentales en la historia del deporte. En 1995, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictó un fallo que transformó de manera irreversible el fútbol profesional. ¿Qué sucedió? La resolución, conocida como la "Ley Bosman", permitió la libre circulación de futbolistas dentro de la Unión Europea y declaró ilegales las indemnizaciones por traspaso cuando un jugador finalizaba su contrato.

Desde entonces, el fútbol actual, entendido como industria, espectáculo global y negocio multimillonario, no puede comprenderse sin aquella decisión judicial. Además, a raíz de esta sentencia, el nombre de Jean-Marc Bosman, un futbolista belga sin una carrera especialmente destacada, quedó ligado para siempre a un cambio estructural que redefinió las relaciones laborales entre clubes y jugadores.

El origen de la batalla legal

El caso inicialmente se remonta a 1990, cuando Jean-Marc Bosman, entonces mediocampista del RFC Lieja, estaba a punto de finalizar su contrato. Antes de que llegara la fecha de finalización, el club le ofreció una renovación por un año con una reducción salarial del 75 %, una propuesta que el jugador rechazó. Al mismo tiempo, surgió el interés del USL Dunkerque, equipo de la segunda división francesa, que deseaba incorporarlo a su plantilla.

Sin embargo, pese a haber terminado su contrato, el Lieja exigió una compensación económica de 11 millones de francos belgas para liberarlo, una cantidad que el Dunkerque se negó a pagar. No debemos pasar por alto que en aquella época, ese tipo de indemnizaciones eran habituales y dejaban al futbolista sin margen de maniobra para continuar su carrera. El hecho de que el Dunkerque no quisiera pagar hizo que Bosman quedara bloqueado y decidió iniciar acciones legales contra su club, la federación belga y la UEFA.

Trabajadores libres en el fútbol europeo

Apoyado por el abogado Jean-Louis Dupont, Bosman llevó el caso hasta el Tribunal de Justicia de la Unión Europea con la base jurídica del principio de libre circulación de trabajadores dentro de la UE. Tras más de cinco años de litigio, el tribunal falló a favor del jugador, declarando ilegales tanto las indemnizaciones post-contrato como los cupos de extranjeros comunitarios. Por tanto, la sentencia supuso que los futbolistas pasaran a ser considerados trabajadores con plenos derechos laborales. Desde ese momento, podían fichar libremente por cualquier club de la Unión Europea una vez finalizado su contrato, sin que su antiguo equipo pudiera exigir compensación alguna.

Pero no fue todo tan bonito como parece… Porque, aunque su nombre quedó inscrito en la historia del deporte, la carrera de Jean-Marc Bosman se vio profundamente afectada. Su trayectoria profesional terminó de forma abrupta y recibió una indemnización de apenas 280.000 euros. Poco después, en una entrevista con la BBC, el exfutbolista explicó el coste personal de su lucha: "Ya no queda ni rastro de los 280.000 euros, todos los clubes me rechazaron, me convertí en una persona no grata. Sufrí el boicot del fútbol, para mí fue una catástrofe". A pesar de ello, Bosman reconoció que no se arrepiente de haber llevado el caso a los tribunales, pero admitió que el sacrificio fue enorme y que nunca pudo beneficiarse realmente de los cambios que ayudó a impulsar.

Plantillas sin fronteras

Antes de la Ley Bosman, los clubes estaban limitados a alinear solo tres jugadores extranjeros en competiciones oficiales, por lo que equipos como el Barcelona o el Real Madrid se veían obligados a dejar en el banquillo a estrellas internacionales. Para hacerse una idea, en la temporada 1995-96, entrenadores como Johan Cruyff o Jorge Valdano debían elegir cada jornada qué figuras descartar.

El Milan de Fabio Capello fue uno de los ejemplos más llamativos, con una plantilla repleta de estrellas como Van Basten, Gullit, Rijkaard, Savicevic, Boban o Papin, de las cuales solo tres podían jugar al mismo tiempo.

La sentencia del 'caso Bosman' tuvo un impacto inmediato y profundo. Entre sus principales efectos destacan el aumento de la movilidad laboral, el fin de las indemnizaciones al finalizar contrato, la inflación salarial y la internacionalización de las ligas. Los grandes clubes comenzaron a formar plantillas con futbolistas de toda Europa y el mercado pasó de ser nacional a global.

Treinta años después, el legado de aquella sentencia sigue vigente. El fútbol moderno, con sus contratos millonarios, mercados abiertos y plantillas internacionales, nació aquel 15 de diciembre de 1995.

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