Podría decirse que las rotaciones no funcionaron en el Barcelona, que el centro del campo formado por Busquets, Rafinha y Rakitic no cuaja, que la mala suerte de los postes se ha cebado con el equipo, que el Almería sorprendió con su planteamiento o que tardaron demasiado en darse cuenta de que el duelo en el Estadio Juegos del Mediterráneo era más transcendente de lo que creía el propio Luis Enrique. Pero lo que ha cambiado en este Barcelona con respecto a otros es que ha olvidado su juego, su manera de jugar y se ha trasladado a una peligrosa indefinición de no saber qué es lo que quiere ni cómo lo quiere para vivir de los chispazos de calidad de sus jugadores. Y esta vez, el factor diferencial fue Luis Suárez, que cambió el partido desde el banquillo.
Hasta la salida al campo del uruguayo, se pudo ver la peor versión del equipo barcelonés en lo que va de temporada. Apático, errático y con una alarmante escasez de ideas, durante toda la primera parte jugó siempre a lo que quiso el Almería. Y Francisco, el técnico local había preparado el partido a conciencia. Sorprendió Luis Enrique con una extraña alineación en el día en el que era más necesario disipar las dudas en torno al equipo. Optó por un ataque formado por Pedro -cada día con menos crédito par ser titular-, Munir y Messi. Bartra volvió a ocupar el puesto del castigado Piqué y Adriano le ganó la partida a Dani Alves.
La apuesta por la rotación fracasó como lo hizo el juego del Barça, desbordado por un Almería efectivo y ordenado con un plan de trabajo llevado a la perfección. Francisco dejó la responsabilidad del ataque a Thievy, acompañado de Soriano y Jonathan Zongo y optó por esperar al Barça. Desajustado en la salida del balón con una posesión estéril, sin ideas y movimientos sin balón, los visitantes fueron incapaces de mantener un juego reconocible. Aún así, los chispazos pudieron ponerles por delante de no ser por el balón estrellado en el larguero por Messi.
Precisamente, el argentino reflejó a la perfección lo que fue el encuentro de los catalanes. Menos activo de lo habitual, obcecado ante falta de apoyos, perdió un balón decisivo ante los jugadores del Almería. Soriano se hizo con el balón sirvió un pase prefecto en velocidad para Thievy ante un descolocado y lento Bartra. El exjugador del Espanyol superó al central con excesiva facilida y definió a la perfección ante Bravo. El desgobierno se apoderó definitivamente del Barça que, desbordado, se marchó en busca de respuesta al vestuario.
Cambio decisivo
Luis Enrique corrigió el error en el descanso y dio entrada a Luis Suárez y Neymar por Munir y Pedro. El cambio de aires en el equipo tardó en surtir efecto el tiempo que aguantaron Los hombres del cuadro andaluz el esfuerzo físico. Cada vez menos presionante, el Almería perdió iniciativa y apareció Luis Suárez para romper a la defensa local. El recital del uruguayo comenzó con una volea que se estrelló en el larguero dentro del área y continuó con una gran maniobra para acabar cediendo el gol del empate a Neymar con un pase de la muerte.
Pudo adelantar a su equipo otro gran giro, pero su disparo se marchó por poco y volvió a sembrar el pánico con un baló perfecto de cara para Messi que el argentino volvió a estrellar en el larguero. Con el Almería prácticamente rendido, Luis Suárez volvió a encarar desde la banda derecha y puso un centro perfecto para que Jordi Alba apareciese por sorpresa y marcase el tanto de la victoria. El Barça no disipó ni una sola duda a pesar de los tres puntos pero encontró un nuevo factor para ilusionarse.
Ficha técnica
UD Almería, 1: Rubén; Ximo Navarro, Ángel Trujillo, Fran Vélez, Dubarbier; Verza, Ramón Azeez, Thomas (Wellington Silva, m. 84); Fernando Soriano (Hemed, m. 67), Jonathan Zongo, y Thievy (Édgar, m. 76).
FC Barcelona, 2: Bravo; Adriano, Mascherano, Bartra, Jordi Alba; Rakitic, Busquets (Xavi, m. 65), Rafinha; Pedro (Luis Suárez, m. 46), Messi y Munir (Neymar, m 46).
Goles: 1-0, m. 36: Thievy. 1-1, m. 72: Neymar. 1-2, m. 82: Jordi Alba.
Árbitro: Undiano Mallenco, del colegio navarro. Amonestó a Thomas (m. 30) y Fernando Soriano (m. 34), del Almería.
Incidencias: Partido de la jornada undécima disputado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante 12.606 espectadores, según datos del club almeriense.