El bueno y el feo fueron la misma persona, Cristiano Ronaldo. El delantero firmó un hat-trick. Otro más. Lleva la friolera de 23 goles en 14 jornadas de liga. Ha marcado más goles que 15 equipos de primera división. Pero pese a que se retiró al grito de balón de oro, su noche no fue perfecta. Ronaldo sabe que no puede estar contento. Es el bueno pero ante el Celta de Vigo, también fue el malo. Lo fue por engañar al arbitro con un piscinazo que debería estar prohibido para jugadores como él, que están por encima del resto. Esa repetición le deja en mal lugar, perjudica a su imagen, a la del Real Madrid y sobra en el fútbol. Undiano Mallenco, que volvía al Bernabéu tras el polémico Real Madrid 3 – Barcelona 4 de hace ocho meses picó y Ronaldo marcó desde los once metros.
La jugada polémica abrió la lata en todos los sentidos porque hasta el penalti, en el minuto 37, el partido estaba empatado y el Real Madrid a penas creaba peligro. El Celta de Vigo se pareció más al que ganó en el Camp Nou que al de los últimos cuatro partidos en los que no ganó y el Real Madrid se pareció menos al de los 17 partidos anteriores. A pesar de que las victorias se acumulan hasta igualar el récord de Frank Rijkaard el conjunto blanco ha bajado su nivel de juego en las últimas semanas.
En todo el partido, el Real Madrid no creó más de diez ocasiones claras y la mayoría de ellas, llegaron tras el penalti de la primera mitad. Antes de esa acción, un corner de Sergio Ramos y una chilena espectacular de Ronaldo que se fue por poco. En la segunda mitad, al margen de los dos goles, un disparó de Bale y poco más. Fue un Real Madrid excesivamente plano y que careció de la chispa y verticalidad que aporta Isco y que sólo se vio en el conjunto blanco a base de contra ataques.
No fue culpa de Illarramendi que cubrió su puesto y su posición. El vasco de echo fue de los más destacados del partido. Se pareció más al jugador de la Real Sociedad que al del Real Madrid en este último año y medio. Aportó equilibrió, fue seguro en el pase, se movió bien entre lineas e incluso sacó una ovación a un gélido público. Seguramente volverá al banquillo pero el partido le dará confianza que es lo que más necesita.
Carlo Ancelotti si tiene trabajo para esta semana. Hay aspectos que corregir. La movilidad de Krohn Dehli trajó demasiados problemas a una zaga que no tuvo demasiado trabajo. Destacar la actuació de Sergio Ramos que vio la tarjeta amarilla. Bueno, más bien la buscó. No jugará ante el Almería para estar en Mestalla y así el central no volverá a jugar hasta el mundialito en Marruecos porque está también sancionado en Champions.
El Real Madrid tampoco necesita mucho más para ganar esta clase de partidos. Está en una excelente dinámica ganadora pero si es cierto, que ante el Celta tuvo que tirar de la pillería o de la mentira de Cristiano Ronaldo. El delantero se llevó el balón para el Museo de Madeira pero este hat trick no le sabrá tan bien. Suman 18 victorias seguidas pero su piscinazo le perseguirá durante las próximas semanas.
Ficha técnica
Real Madrid, 3: Casillas; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Illarramendi, Kroos, James (Arbeloa, m.53); Bale, Cristiano Ronaldo ('Chicharito', m.85) y Benzema (Coentrao, m.80).
Celta de Vigo, 0: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral (Sergi Gómez, m.74), Fontás, Jonny; Radoja, Krohn-Dehli (Santi Mina, m.82), Pablo Hernández; Orellana (Augusto Fernández, m.69), Nolito y Lavirrey.
Goles: 1-0, m.36: Cristiano, de penalti. 2-0, m.65: Cristiano Ronaldo. 3-0, m.82: Cristiano Ronaldo.
Árbitro: Undiano Mallenco (colegio navarro). Amonestó a James (38), Ramos (76), Arbeloa (79) e Illarramendi (87) por el Real Madrid; y a Cabral (11), Jonny (35), Nolito (35) y Hernández (77) por el Celta.
Incidencias: encuentro correspondiente a la decimocuarta jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 80.300 espectadores.