Si Messi no está pasando su mejor momento ni personal ni deportivo - nueva derrota con una selección con la que no ha ganado ningún título importante, agresión a sus padres en la final ante Chile y feroces críticas vertidas desde la prensa de su país-, Neymar tampoco está disfrutando de su verano más tranquilo.
Tras tener que abandonar prematuramente la Copa América por su expulsión ante Colombia, el delantero brasileño se ha vuelto a ver, una vez más como ya se vio en las celebraciones del triplete, con un estado de embriaguez impropio de un deportista de alto nivel.
En esta ocasión el escenario ha sido una fiesta organizada con sus amigos, en la que también estaba el centrocampista del Saö Paolo, Ganso.
Aunque era un fiesta privada, supuestamente sólo entre amigos, alguno de los asistentes traicionó a Neymar, e hizo pública la reunión.