Tras una primera parte lamentable donde el Eibar bailó al Madrid, los de Zidane, liderados por un genial Kaim Benzema -doblete del galo-, le dieron la vuelta al partido en la segunda parte. Karim, que ante los armeros fue el capitán merengue, tiró de galones e hizo resucitar a su equipo, un muerto viviente en la primera mitad.