Levanto el telón el último major de la temporada, con dos jugadores, el norirlandés Rory McIlroy y el español Sergio García, protagonistas de las últimas dos semanas, en un estado de forma increíble. También con la duda de la reacción de Tiger Woods, tras su retirada la semana pasada aquejado de dolores en su espalda intervenida, y con la mirada de algunos jugadores puesta en ganarse las últimas opciones de incrustarse en los distintos equipos para la próxima Ryder Cup del mes de septiembre.
El Golf Club de Valhalla, en Louisville, es el escenario propicio para la aventura. Sobre sus verdes fairways se desarrolla la acción, donde el mejor field mundial, arropado por un inmenso gentío como suele ser habitual en Estados Unidos, intentarán desplegar su mejor juego para alzarse con la victoria en este cuarto y último Grande de la temporada.
Pero ante la sorpresa general, pues su temporada no está resultando lo fructífera que ellos hubieran deseado, irrumpieron el inglés Lee Westwood y los americanos Kevin Chappell y Ryan Palmer para situarse como colíderes tras los primeros 18 hoyos de competición, tras firmar sendas tarjetas de 65 golpes. Se colocaron con un total de -6.
Lee Westwood tuvo el peor comienzo posible, tras firmar un doble bogey en el hoyo 1, el inglés encadenó una serie de birdies consecutivos que relanzaron su tarjeta, mientras que los dos americanos tuvieron un arranque más regular. Por un lado, Kevin, sin mancha en su tarjeta, mientras Ryan se sobreponía a su único bogey con una racha importante de birdies, situándose en lo más alto del leaderboard.
Justo a continuación de los tres colíderes se han situado cinco jugadores, a un solo golpe de los mismos, donde se han situado Rory McIlroy, exultante tras sus últimos triunfos consecutivos en The Open y Bridgestone Invitational, con la tranquilidad de saber lo que es ganar este torneo pues ya lo consiguió en 2012; y los estadounidenses Chris Wood y Jim Furyk, el italiano Eduardo Molinari y el sueco Henrik Stenson.
Por parte española, donde nuestros cinco mejores jugadores a nivel mundial están defendiendo sus opciones, el canario Rafael Cabrera-Bello es el mejor situado con -2; seguido de Sergio García con -1, demostrando un día más que se encuentra en un gran momento de forma; Gonzalo Fernández-Castaño, qué temporada la suya, al par del campo; mientras Miguel Ángel Jiménez, necesitado de algo importante que relance sus opciones de clasificarse por derecho propio para la próxima Ryder Cup, concluyó con +1.
La nota negativa la puso el barcelonés Pablo Larrazábal, que en un día para olvidar concluyó la primera ronda prácticamente fuera del corte, firmando un resultado total de +8. Comenzó Pablo con un doble bogey en el hoyo 1, seguido de bogeys en los hoyos 2, 3 y 6, y cuando parecía que estabilizaba su pésimo comienzo, cayó otro nuevo doble bogey en el 15 y un nuevo bogey en el 16, que hundieron definitivamente cualquier atisbo de reacción.