Antes de que finalice el año, el Renault Talisman y el Renault Espace amplían su gama de motores con mecánicas que cumplen con las nuevas normas anticontaminación. Se trata de un gasolina desarrollado por el departamento Renault Sport y que ya utilizaban otros modelos como el Alpine A110 o el Renault Mégane R.S. Trophy, en cuyo caso llega a los 300 caballos. Este propulsor incorpora ahora un nuevo filtro de partículas FAP para hacerlo más respetuoso. Se combina con una transmisión automática de doble embrague EDC con siete velocidades.
En el caso del diésel, las gamas del Talisman y el Espace se enriquecen con la llegada del nuevo propulsor Blue dCi, un bloque de dos litros y cuatro cilindros que reemplazará a los conocidos 1.6 dCi de 130 y 160 CV de potencia. Hay dos variantes, con 160 CV y 200 CV, que se asocian a un cambio automático EDC, cuyo número de velocidades no se conoce, aunque todo apunta a siete como en el TCe 225.
Esta mecánica incorpora la tecnología SCR para reducir las emisiones de Nox, por lo que cuenta con un depósito de Adblue, que permitirá recorrer aproximadamente unos 7.000 kilómetros antes de su repostaje. Para aumentar la eficiencia, estrenan el sistema Water CAC, que permite regular de forma óptima la temperatura de los gases de admisión, añade una turbina eléctrica para reducir la ausencia de potencia en la zona baja del cuentavueltas y sus inyectores tienen ocho orificios y alcanzan una presión de 2.500 bares, 700 más que los anteriores.
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